Nos encontramos en el Festival de Cannes y acabamos de ver la nueva película de Francis Ford Coppola: Megalópolis, una ambiciosa producción que promete una nueva visión sobre el futuro de la humanidad.
Por un lado tenemos a Casar, el personaje de Adam Driver que busca un futuro utópico y moderno para la ciudad de ‘Nueva Roma’ y por otro lado, al Mayor Franklyn Cicero Giancarlo Esposito que sólo busca que todo se permaneza igual y no una ciudad con cambios.
Lo que vivimos en esa sala estoy convencido que no lo vamos a volver a vivir nunca en la vida y eso no es necesariamente bueno, pero… lo que hace Francis Ford Coppola es único. La película pasa de ser una fábula a ser una farsa y después convertirse en una obra de teatro.
Y como parte de la experiencia en Cannes, debo contarles que existe un momento, como a la mitad de la película, que el personaje de Adam Driver tiene una conferencia de prensa y está respondiendo preguntas y de pronto… una persona con un micrófono entró a nuestra sala, se paró enfrente de la pantalla, la imagen se hizo pequeña y la persona le hace una pregunta al personaje y el personaje le responde. Como si todo, obviamente, estuviera ensayado.
Nunca lo había vivido, fue algo inesperado con lo que Coppola nos demostró que no tiene miedo a intentar cosas nuevas. Fue la cosa más meta que he vivido; hacer lo que hizo, fue algo monumental.
Ahora volviendo a la propuesta fílmica: la película no alcanza a definir un tono constante o siquiera un género. Y eso es por la cantidad de tiempo que el realizador se tardó reescribiendo el guion, grabándola y obviamente buscando financiamiento.
No podemos negar el gran elenco que tiene en su película, siendo uno de los más impresionantes de la historia: Adam Driver, John Voight, Dustin Hoffman, Aubrey Plaza, Shia Labeouf, Nathalie Emmanuel, y todos lograron un resultado sobresaliente cada que aparecían a cuadro.
Hay mucha gente hablando de las imágenes del tráiler que salió hace solo unos días y sí, la película visualmente es maravillosa. Luego hay efectos que... no están a la altura, parece que estamos viendo una cosa de bajo presupuesto y esto no le hace justicia a Megalopolis.
Entiendo perfectamente por qué IMAX quiere hacer una colaboración global con esta película para poder usar sus proyectores en cualquier parte del mundo donde se estrene. Además confirma que Francis Ford Coppola es un maestro en imagen y técnica.
Pero a ver, así de sencillo: ¿Megalópolis es una buena película? Yo creo que no. ¿Es algo que se tiene que ver? Yo creo que sí y por una sencilla razón: libertad creativa.
Si un milagro pasa y la gente ama Megalópolis y se vuelve un éxito… esta podría ser la película que le de libertad creativa a todos esos directores que ahorita están empezando. Megalópolis es una experiencia sin duda alguna, ¿es una experiencia que querría volver a vivir? Honestamente no.