Mujer bonita, ambientada en Los Ángeles, cuenta la historia del empresario Edward Lewis (Richard Gere), y su inesperada relación con Vivian (Julia Roberts), una prostituta que contrata para pasar una noche juntos. Sin embargo, al encontrar en ella una compañía más agradable de lo que esperaba, le propone que se quede con él durante una semana completa, ofreciéndole una generosa compensación económica.
A lo largo de esos días, Vivian se ve inmersa en un mundo de lujo y privilegios que le era completamente ajeno. La joven se siente deslumbrada por la opulencia y las oportunidades que este nuevo entorno le brinda. Por su parte, Edward, quien inicialmente la veía solo como una compañía pasajera, comienza a desarrollar sentimientos genuinos por Vivian.
Estrenada en 1990, la película de Garry Marshall se convirtió rápidamente en una de las comedias románticas más queridas de la década. Su éxito inspiró una infinidad de comedias románticas como El guardaespaldas y Sueño de amor. La química entre Richard Gere y Julia Roberts fue fundamental para el éxito del filme y consolidó sus carreras, elevándolos a la categoría de superestrellas en Hollywood.
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Richard Gere cuestiona el enfoque de su personaje en ‘Mujer bonita’
A pesar del cariño con el que el público recibió la película, el también actor de Días de gloria y Chicago ha expresado en varias ocasiones sus reservas sobre el mensaje subyacente de Mujer bonita. Según comentó en una entrevista con la revista Far Out, aunque la película le brindó una plataforma significativa, no se siente completamente orgulloso del mensaje que transmite.
Cuando Gere lanzó su película Arbitrage, en 2012, compartió sus reflexiones sobre su personaje en Mujer bonita y por qué hoy en día no se siente particularmente orgulloso de él. Lo que más incomoda a Gere es la mentalidad arcaica que encarna Edward Lewis, el protagonista: "No te preocupes si no encuentras pareja. Estudia con diligencia, conviértete en banquero, y entonces podrás comprar una".
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El actor, que el año pasado protagonizó Quizás para siempre al lado de Diane Keaton, expresó su satisfacción por el hecho de que la sociedad ahora critique esta mentalidad. Explicó: “En los años 80, las relaciones giraban en torno al estatus. En aquellos momentos no importaba ser amado, sino tener dinero y con ello se accedía a todo lo demás.”.
“Ahora la gente sabe que las cosas deben ser distintas y, más allá del estatus, preferimos algo que sea verdadero. Hice que mi personaje pareciera elegante e importante. Estaba mal. Afortunadamente, hoy todos somos más escépticos con estos tipos.” Con estas palabras, Gere subraya un cambio de valores y una mayor conciencia crítica en la sociedad contemporánea respecto a los mensajes que las películas y sus personajes transmiten.
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