Amada por muchos, odiada por otros, es un hecho que la saga de Rápidos y Furiosos no sólo es una de las más populares en el mundo, sino que también ha sido (y sigue siendo) una de las más rentables de la historia. Habiendo iniciado como una franquicia enfocada en las carreras callejeras, la saga empezó a tener una evolución bastante peculiar, hasta convertirse en películas de acción y espionaje.
Siendo Vin Diesel y Paul Walker los pilares de la Fast Saga, como también es conocida, estas cintas siguen siendo sinónimo de grandes ganancias en taquilla. Y es que, a pesar de la inesperada muerte de Walker, en 2013, Universal Pictures logró encontrar la manera de seguir manteniendo con vida a esta serie de películas, que desde 2001, nos han permitido vivir nuestras vidas a un cuarto de milla a la vez.
Sin embargo, Dominic Toretto, Brian O’Conner, y el resto de la familia, no siempre han sido los protagonistas absolutos de todas estas historias motorizadas. En 2006, Rápido y Furioso: Reto Tokio llegó a los cines del mundo, sirviendo tanto como la tercera entrega dentro de la saga, como también funcionando como spin-off, con personajes nuevos y un argumento diferente.
Protagonizada por Lucas Black y Sung Kang, Tokyo Drift nos cuenta la historia de Sean Boswell, un joven que siempre se ha sentido como un intruso, pero él se define a sí mismo a través de sus victorias como corredor callejero de autos. Su pasatiempo lo vuelve impopular con las autoridades, así que se va a vivir con su padre a Japón. Una vez allá, y aún más enajenado, Sean descubre un nuevo deporte emocionante, pero peligroso. Las apuestas son muy altas cuando Sean se enfrenta al campeón local y se enamora de su novia.
A pesar de que, en la actualidad, Reto Tokio es considerada, por los fans, como una de las mejores películas en toda la franquicia de Fast & Furious, es curioso que, cuando el largometraje se exhibió en cines, no tuvo mucho éxito, siendo la entrega que menos dinero ha recaudado.
Teniendo un presupuesto de 85 millones de dólares, la cinta apenas pudo conseguir 159 MDD en taquilla, y si bien no fue un fracaso absoluto, definitivamente no se obtuvieron los números que Universal esperaba. Tal vez por eso, fue que se terminó optando por traer de vuelta a los personajes originales, y explotarlos a más no poder, por muchos años más.
Rápido y Furioso: Reto Tokio puede ser disfrutada en Netflix y Amazon Prime Video.
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