Desde los inicios del cine, las cintas ubicadas en el Viejo Oeste se convirtieron en todo un éxito. El género de los vaqueros alcanzó su punto máximo en las décadas de los cincuenta y sesenta con íconos de la pantalla como John Wayne, Jimmy Stewart y Gary Cooper. Cintas de la época como Shane, el desconocido, Los siete magníficos, y por supuesto, El bueno, el malo y el feo con Clint Eastwood, más tarde se convertirían pilares para el cine western moderno.
El género western ha dado identidad del cine, una categoría que sigue vigente a la fecha con grandes obras contemporáneas como Sin lugar para los débiles, Django desencadenado y 3:10 Misión peligrosa. Si bien son grandes películas, existe una obra cinematográfica que debutó hace más de medio siglo y continúa siendo uno de los 10 mejores westerns que hay en la historia del cine.
Estrenada en 1969, esta cinta dirigida por Sam Peckinpah contó no sólo contó con estrellas como William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan y Edmond O'Brien, sino que también un mexicano tuvo la oportunidad de aparecer en la gran pantalla: Emilio Fernández. Años adelante, el también cineasta sería conocido como Emilio "El Indio" Fernández, y pasaría a la historia como una de las figuras más destacadas del cine nacional, tanto al frente como detrás de las cámaras.
La pandilla salvaje es una de las cintas western que nadie debería perderse jamás. La película está ubicada en 1913, en medio del siglo XX de Texas, cuando la civilización avanzaba a pasos agigantados y el tradicional estilo de vida del viejo oeste americano era poco a poco sustituido por nuevas medidas, controles y castigos para los bandoleros característicos de la época. En ese entorno, Pike Bishop, líder de la temida banda de pistoleros conocida como "The Wild Bunch", busca la forma de encontrar su lugar en el nuevo orden del mundo, decidiendo que necesita un jugoso último golpe como jubilación.
Sin embargo, la pandilla es emboscada por un antiguo miembro de la misma, Deke Thornton, ahora enemigo de Pike, la cual termina en la muerte de varios miembros de la banda y algunos civiles. Bishop decide refugiarse en el lado de la frontera de México, donde, en la clandestinidad, recibe la oferta de otro trabajo por parte de un corrupto general del ejército mexicano, que involucra el contrabando de armamento ilegal. Aunque Bishop acepta, sabe que él y su pandilla se dirigen a una trampa y donde deberá enfrentar a sus enemigos.