Un lugar en el silencio, dirigido por John Krasinski, muestra cómo el mundo ha sido invadido por extraterrestres, y estos monstruos, a pesar de padecer ceguera, poseen oídos sumamente poderosos con los que se guían para cazar a todo aquel ser vivo (humano o animal) que emite ruidos y sonidos, por mínimos que éstos sean.
Mientras que la mayoría de la población de la Tierra ha sido aniquilada, la pareja conformada por Lee (Krasinski) y Evelyn (Emily Blunt) ha logrado ganarse la vida en silencio, construyendo una casa en una zona rural donde han eliminado toda fuente de sonidos.
Estrategias de supervivencia en ‘Un lugar en el silencio’
La película es un formidable relato de horror que se centra en los cimientos de las relaciones familiares para explorar los instintos humanos del pánico. El guión (escrito por Bryan Woods, Scott Beck y Krasinski) explora en gran medida una experiencia silenciosa para la pareja protagonista y sus pequeños hijos, Marcus (Noah Jupe) y Regan (Millicent Simmonds).
La familia se mueve con los pies descalzos, a menudo sobre un sendero de arena para amortiguar cualquier ruido, y recurren al lenguaje de señas para comunicarse, permaneciendo expresivos sin la necesidad de romper la quietud con sus voces. Aunque recurre a los estereotipos de la narrativa distópica en un escenario postapocalíptico, Krasinski confecciona una conmovedora historia de esperanza y amor de la familia.
Uno de los debates que surge con esta película es por la forma de vida que lleva la familia. Hay una escena en la que Lee lleva a Marcus a un río cercano, donde le gritan a una ruidosa cascada para demostrar que las criaturas alienígenas no pueden oírlos ahí, y experimentan durante una fracción de segundo lo que es hablar sin miedo.
Entonces surge la interrogante: ¿Por qué no se trasladaron a lugares donde pudieran tener el agua cerca como aliada, ya que es uno de los grandes elementos que engañan profundamente a estas criaturas alienígenas? Y si bien es cierto que la pregunta no se responde en esta película, la secuela es más contundente al respecto.
En un momento de Un lugar en silencio 2, Regan y su nuevo aliado, Emmett (Cillian Murphy), intentan llegar a una estación de radio activa para poder transmitir la señal en el área local y causar algún tipo de daño en los oídos de las criaturas. Pero en el camino, los personajes terminan confirmando la que puede ser su mayor debilidad: el agua.