Uno de los directores más famosos de México es Guillermo del Toro, pues tras dar los primeros pasos de su carrera con películas como Cronos y El espinazo del diablo, pronto llegó a lo más alto del cine internacional con cintas como El laberinto del fauno. En los últimos años se ha notado aún más su apoyo a la animación y luego de realizar una de las producciones más exitosas de Netflix, el autor reveló quién se encuentra detrás de sus máximas influencias.
En 2022 realizó Pinocho de Guillermo del Toro y ganó su tercer Oscar de parte de La Academia, luego del enorme éxito de La forma del agua. Tras realizar su cinta animada en stop motion, el director puso aún más énfasis en la importancia de la animación como medio y en sus discursos recalcó que no se trataba de un género para niños. Aunque actualmente se encuentra trabajando en su próximo proyecto de Frankenstein, el mexicano continúa hablando sobre el cine animado.
Durante una entrevista con la revista TIME, el director de La cumbre escarlata reveló que uno de los fundadores de Studio Ghibli fue esencial para él mientras moldeaba su propio estilo y visión artística. ¿Lo habrías imaginado? “Descubrí las películas de Hayao Miyazaki para Toei Animation cuando era niño. Cintas como The Wonderful World of Puss ‘n Boots y series como Heidi y Marco, en las cuales su estilo e influencia se convirtió sumamente identificable”, comentó.
Del Toro también declaró que su fascinación por Miyazaki se reavivó cuando vio una de las películas más famosas de Studio Ghibli, que hasta la fecha continúa siendo un emblema del estudio. “Vi Mi vecino Totoro cuando ya era adulto, y mi mente me llevó de vuelta a esos trabajos tempranos. Recordé lo mucho que este hombre moldeó mi niñez”. Además agregó que “[Hayao Miyazaki] es completamente genuino. Un creador único que existe plenamente en su arte. Es el director de animación más influyente en la historia del medio”.
Fue el año pasado cuando Guillermo del Toro presentó la película El niño y la garza de Miyazaki en el Festival de Toronto y habló sobre lo mucho que admiraba su legado en el cine animado y dentro de Studio Ghibli. Nadie puede negar que sus obras han marcado a distintas generaciones a través de los años y que películas como La princesa mononoke y El viaje de Chihiro son inigualables.