Después de críticas favorables, un buen fin de semana en la taquilla estadounidense y altas expectativas por su estreno en las salas de Cinépolis y Cinemex, la provocativa Guerra civil ya está a punto de convertirse en una de las películas más comentadas del año. La descripción gráfica, a menudo aterradora, que Alex Garland deposita sobre Estados Unidos devastado por la guerra y un gobierno en crisis ha provocado mucho debate entre el público y la crítica.
Y si bien la premisa del “qué pasaría si” de la historia es pura ficción, Guerra civil está, no obstante, sazonada por un realismo crudo central a su poder. El foco principal del relato es Lee (Kirsten Dunst), una fotógrafa cansada de la guerra, y su colega escritor Joel (Wagner Moura), quienes recogen a una joven aspirante a fotógrafa llamada Jessie (Cailee Spaeny) y a un periodista veterano llamado Sammy (Stephen McKinley Henderson) mientras emprenden un peligroso viaje hacia la Casa Blanca, donde el presidente es asediado por fuerzas rebeldes invasoras.
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‘Guerra civil’: ¿Ficción o realidad? Una mirada crítica desde el fotoperiodismo
Carolyn Cole, que ha cubierto noticias nacionales e internacionales para The Times desde 1994, vio Guerra civil y comentó qué es lo que la película hace bien (y mal) en su descripción de periodistas que operan en condiciones peligrosas. El trabajo de Cole sobre los efectos de la guerra civil en Liberia ganó el Premio Pulitzer de fotografía de largometraje en 2004. También ganó dos veces la Medalla de Oro Robert Capa por fotografía de guerra del Overseas Press Club of America.
Según Cole, la representación oscila entre realismo plausible y tergiversaciones evidentes. En su evaluación, la fotógrafa observa que “muchos de los temas tratados en la película eran realistas”, refiriéndose a las dinámicas entre fotoperiodistas y la verosimilitud de los escenarios, aunque señala que “la intensidad de cada escena es exagerada”. Este balance entre la realidad y la ficción cinematográfica destaca la complejidad de transmitir la autenticidad del fotoperiodismo en la gran pantalla.
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Uno de los principales desaciertos mencionados por Cole radica en la representación del trabajo cotidiano del fotoperiodista. Por ejemplo, critica la representación de la protagonista interpretada por Kirsten Dunst, señalando incoherencias técnicas: “En algunas escenas el personaje llevaba una bolsa para la cámara pero no tenía la cámara afuera” y errores en la elección de lentes. Estos detalles, aunque menores, comprometen la autenticidad de la representación del fotoperiodismo, elemento crucial para la credibilidad de la película en los ojos de profesionales del campo.
Por otro lado, Cole elogia ciertos aspectos que el también director de Aniquilación y Ex Machina logra en su nueva película. Particularmente en escenas que retratan las dificultades logísticas y los dilemas éticos enfrentados por los periodistas en zonas de conflicto. Recuerda situaciones similares a las de la película, como tener que “dormir en el coche durante coberturas”, lo que refleja la precisión de algunos detalles del día a día en situaciones extremas.
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Cole también discute la representación de los efectos psicológicos del fotoperiodismo en conflictos, señalando que hacia el final de la película, "el trastorno de estrés postraumático se hace cargo" de la protagonista. Esta inclusión subraya los riesgos ocupacionales del fotoperiodismo, mostrando un acercamiento genuino a las repercusiones mentales y emocionales que el trabajo puede tener, un aspecto que Cole considera adecuadamente retratado a pesar de las libertades dramáticas tomadas por el filme.
Finalmente, mientras Guerra civil realiza un intento notable por ilustrar la vida y los desafíos de los fotoperiodistas en zonas de conflicto, las críticas y elogios de Cole destacan la dificultad de capturar la totalidad de esta profesión en el cine. Aunque hay errores en detalles técnicos y algunas representaciones exageradas, la película también logra transmitir aspectos realistas y profundamente resonantes del fotoperiodismo, ofreciendo así una visión matizada que tanto profesionales como el público general pueden apreciar.
