En Guerra civil, la nueva e impactante película que llega a las salas de Cinépolis y Cinemex este jueves 18 de abril, Alex Garland pone bajo el microscopio la escalada de la polarización en la sociedad estadounidense, un tema que considera una extensión palpable de la realidad actual. A través de una trama que se adentra en un Estados Unidos fracturado por divisiones ideológicas profundas, la película expone un escenario donde la polarización sin frenos conduce a un conflicto armado interno.
Según el aclamado director de Aniquilación y Ex-Machina, esta representación distópica no es meramente especulativa, sino una extrapolación lógica de las tensiones que ya se perciben en el tejido social y político de la nación. En entrevista para el New York Times, Garland expone: “Creo que la película es sólo una extensión de una situación real. Esa situación es la polarización y la falta de fuerzas limitantes a la polarización”.
‘Guerra civil’ de Alex Garland: Un reflejo inquietante de la sociedad moderna
Garland utiliza el papel central de la prensa en Guerra civil, protagonizada por Kirsten Dunst, Wagner Moura y Cailee Spaeny, para ilustrar otro de sus puntos clave: los medios como un contrapeso esencial al poder. En un país dividido por ideologías extremas, los periodistas de Garland emergen como héroes improbables, cuya integridad y coraje informan al público y potencialmente moderan las fuerzas de la polarización. Esta visión eleva la película de un simple ejercicio de ciencia ficción a un comentario sobre el papel crucial que juega una prensa libre en la preservación de la democracia, particularmente en tiempos de crisis.
Además, la película desafía la percepción de los medios de comunicación. Al retratar periodistas que resisten la tendencia a la parcialidad y el sensacionalismo, Garland refleja su preocupación por la erosión de la objetividad en el periodismo contemporáneo. El también guionista de Exterminio y Nunca me abandondes señala: “Decir que odias a los periodistas es como decir que odias a los médicos. Necesitas médicos. En realidad, no es una cuestión de si te gustan o no los periodistas, los necesitas, porque son el control y el equilibrio del gobierno”.
En este sentido, Garland argumenta que los medios no solo deben resistir las influencias externas que buscan socavar su credibilidad, sino también las tentaciones internas de ceder ante el partidismo, para mantener su papel como verdaderos guardianes de la verdad. Los personajes, inmersos en una nación en guerra, no solo documentan los eventos, sino que también experimentan las consecuencias psicológicas de su labor.
Finalmente, Garland evita simplificar la trama a una lucha convencional entre liberales y conservadores, sugiriendo en cambio que la polarización y el extremismo son fenómenos globales, no limitados a una sola nación o ideología política. Esta elección subraya su mensaje de que Guerra civil es más que una película; es un espejo de las luchas contemporáneas contra la división y el extremismo en todo el mundo, haciendo que su obra sea no solo relevante, sino también una advertencia sombría sobre el futuro potencial si estas divisiones continúan.