El regreso de los mutantes a la pantalla chica ha sido todo un éxito. A pocos días de su estreno, X-Men 97 se convirtió en una de las series más vistas de todo el catálogo de Disney+, superando a Loki y WandaVision. Los alumnos del Profesor X han dado a sus fanáticos más de lo que esperaban, mostrando el poder que tienen las producciones nostálgicas.
Con la llegada de la serie animada de X-Men, muchos fans han recordado otros momentos de los mutantes, como la vez en que Hugh Jackman quería renunciar a ser el icónico Wolverine. A la fecha, el actor australiano es el único que continúa interpretando el papel de un X-Men en la gran pantalla y volverá una vez más en mayo de 2024 con la cinta de Deadpool y Wolverine.
Todo ocurrió en la segunda entrega de X-Men, tres años después de que los mutantes cambiaran para siempre el panorama de las películas de superhéroes en Hollywood, abriendo el camino para otras cintas como la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi. Fue en ese momento que un descuido de Bryan Singer, director de la película, hizo enfurecer no sólo a Jackman sino a todo el equipo.
De acuerdo con un información de The Hollywood Reporter, por poco y la producción de X-Men 2 quedó cerrada debido al mal comportamiento de Singer. Aparentemente, el cineasta había tomado un narcótico, al igual que los miembros del equipo, y a la producción le preocupaba que alguien resultara herido, sin embargo, el director continuó filmando de todos modos.
Todo se complicó cuando filmaron una escena que no debía ocurrir ese día y para la cual no había ningún coordinador de especialistas presente, dejando a Jackman sangrando ante la cámara. Cuando parecía que el estudio estaba del lado de Singer, a pesar de su mala decisión, el elenco principal, con las excepciones de Ian McKellen y Rebecca Romijn, confrontó a Singer y amenazó con renunciar.
En la acalorada pelea, Halle Berry le dijo a Singer: "Puedes besar mi trasero negro". Si bien un representante de Singer dijo a The Hollywood Reporter que "nunca pasó nada parecido", esta anécdota está lejos de ser la primera historia sobre el inaceptable comportamiento de Singer en el set que ha salido a la luz en los últimos años. Además de los problemas en el set de Bohemian Rhapsody, Brandon Routh habló sobre trabajar en la película de Singer de 2006 Superman regresa, diciendo que el director era "difícil" con los demás.
En total, han habido muchos casos en los que Singer se ha comportado de manera inaceptable en los sets de sus películas, desde X-Men 2 a principios de la década de 2000. No es difícil no preguntarse cuántas experiencias desagradables podrían haberse evitado si el director hubiera asumido responsabilidad y hubiera enfrentado las consecuencias mientras filmaba la segunda cinta de los mutantes.