Un nuevo debate sobre la clasificación por edades en las películas está generando controversia, y es como suele acostumbrarse cuando una decisión afecta las vías de entretenimiento y disfrute del público, las audiencias muestran su molestia y comienzan a manifestarse contra dicha resolución.
Esto está sucediendo en Gran Bretaña con respecto a Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma que regresará a los cines para conmemorar su 25 aniversario, ya que la cinta tendrá un cambio en su clasificación de edad, pasando de "U" (apto para mayores de 4 años) a "PG" (se recomienda para mayores de 8 años) debido a su contenido de "violencia moderada, amenaza leve".
Respecto a esto, el Consejo Británico de Clasificación de Películas (BBFC) justificó este cambio al considerar que la violencia en la película, como las escenas de Darth Maul siendo cortado por la mitad con un sable de luz y Quin-Gon Jinn siendo apuñalado, son demasiado fuertes para los niños más pequeños.
Además esta decisión refleja una tendencia hacia una práctica de clasificación por edades más estricta, en respuesta a una "creciente preocupación" entre el público por la representación de la violencia en la pantalla.
Por otra parte hay que destacar que este caso no es único, ya que otras películas también han experimentado cambios en su clasificación por edades en Gran Bretaña, como Mary Poppins y Rocky, llevando a la BBFC a reconocer que la sociedad actual es más sensible y que se necesitan nuevas directrices para mantenerse al día.
En contraste, en Alemania se observa una tendencia opuesta, con películas que alguna vez tuvieron una clasificación más alta siendo reproyectadas con clasificaciones más bajas. Esto se ha visto con Universal Soldier, Cliffhanger y Predator ahora clasificadas para mayores de 16 años.