Desde Leonardo DiCaprio durmiendo en una piel de oso y comiendo hígado crudo en El renacido, hasta Charlize Theron ganando peso y usando prótesis dentales en Monster: Asesina en serie, los actores a menudo se someten a sacrificios extremos por su arte. Otros ejemplos notables incluyen a Christian Bale perdiendo más de 27 kilos para El maquinista y Heath Ledger sumergiéndose en el oscuro mundo del Joker en El caballero de la noche.
Ahora, un actor, de bajo perfil pero sumamente talentoso, ha agregado su nombre a la lista de aquellos que han llevado su dedicación al límite para una película que promete cautivar a la audiencia. Saliendo de su zona de confort y enfrentando desafíos físicos y emocionales, este intérprete se sumergió completamente en el proceso para entender no sólo a su personaje, sino también los ambientes y espacios que habitaría.
Un viaje personal: La transformación de Josh O'Connor en ‘La quimera’
Josh O'Connor interpreta a Arthur, un arqueólogo problemático y obsesionado con los fantasmas del pasado en La quimera, la nueva y bella obra cinematográfica de Alice Rohrwacher que se estrena este fin de semana en las salas de Cinépolis y Cinemex. La película de 130 minutos, y que estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2023, narra cómo Arthur, deprimido y recientemente liberado de la cárcel, se une a una banda de “tombaroli”, o sepultureros, para excavar tesoros antiguos y traficarlos.
El actor británico (admirado y querido por sus papeles en Tierra de Dios de Francis Lee y la próxima película de Luca Guadagnino, Desafiantes) optó por ponerse en la piel de Arthur, un outsider a la deriva en el campo italiano, para transformar su propia rutina, entender mejor la ficción a través de las experiencias propias y otorgarle mayor verosimilitud a su interpretación.
No solo aprendió italiano (el actor habla casi con fluidez en las escenas que se le piden) sino que O'Connor también pasó las noches entre los días de rodaje en una caravana de su propiedad. Eso significaba preparar su propia comida, bañarse en un lago y cortar su propia leña. Arthur vive de la tierra, absorbido por volver a ver un viejo amor llamado Beniamina (Yile Yara Vianello).
“Viví durante el rodaje en mi camioneta y la conduje desde Inglaterra a Italia para verlos a todos”, dijo O'Connor a IndieWire sobre La quimera, que se filmó en locaciones italianas, incluido el sur de la Toscana, no muy lejos de la casa de la también directora de Lazzaro Felice y Le Pupille.
“Alice [Rohrwacher] me mostró la choza de Arthur y yo quería vivir en ella. Pero ella me dijo: 'Espera hasta que lo veas'. No había nada ahí. Probablemente no hubiera podido vivir ahí. Así que decidí quedarme en mi caravana”, revela el actor de Peaky Blinders y The Crown.
Isabella Rossellini, quien interpreta a la enferma madre de Beniamina, con otras cinco hijas, elogió el compromiso de O'Connor con el personaje. “Es encantador y muy disponible. Es difícil trabajar en otro país donde todo el mundo a tu alrededor habla italiano muy rápido, y tú eres el líder y no sabes lo que dice la gente... Estaba muy dedicado al papel”, compartió la icónica actriz de Terciopelo azul.