Sabemos bien que la saga de Rocky ha sido un pilar en la historia del cine, cautivando a millones de personas en todo el mundo por la historia del boxeador de Filadelfia que se convirtió en un ícono. Sin embargo, la relación entre Rocky Balboa y la franquicia Creed ha sido objeto de debate y controversia en los últimos tiempos, especialmente con respecto al futuro de Sylvester Stallone en el papel.
Aunque Stallone ha sido el rostro de Rocky durante décadas, a los 77 años del actor, su participación en la saga parece estar llegando a su fin. El actor no estuvo presente en Creed 3 y no está previsto que aparezca en la próxima entrega que Michael B. Jordan está preparando. Esta ausencia se debe en parte a diferencias de opinión entre Stallone y los creadores de la franquicia.
Stallone expresó su descontento con la dirección que han tomado las últimas películas de Creed, sintiendo que se alejan demasiado del tono más optimista y sentimental de las películas originales de Rocky. Aunque Michael B. Jordan ha dejado abierta la posibilidad de un regreso de Rocky en Creed 4, la situación parece complicada debido a los desacuerdos entre Stallone y los titulares de los derechos de la saga.
El actor también manifestó su frustración por no ser considerado como productor ejecutivo de las películas de Creed, a pesar de que su papel es fundamental en la creación del universo de Rocky. Además Stallone sigue en conflicto con la familia de Irwin Winkler y Robert Chartoff, los titulares de los derechos de la saga, en un intento por recuperar el control de su creación.
A pesar de estos desafíos, la posibilidad de una séptima película de Rocky en solitario no está descartada. La franquicia Rocky ha generado más de 1.200 millones de dólares en todo el mundo en 6 películas, y la trilogía Creed ha añadido casi 2 mil millones más a esa cifra.
Por demás está resaltar que la marca Rocky sigue siendo poderosa y, aunque su futuro es incierto, su legado en el cine perdurará.