Desde El mago de Oz con Judy Garland hasta El laberinto del fauno de Guillermo del Toro, pasando por la saga de Harry Potter de Daniel Radcliffe, el cine de fantasía ha cautivado a audiencias de todas las edades, transportándolas a mundos llenos de magia, aventura y asombro. Este género ofrece una escapatoria emocionante de la realidad, explorando temas universales como el heroísmo, el bien contra el mal y la búsqueda del destino.
Estas películas no solo han cosechado éxito en la taquilla, sino que también han sido aclamadas por la crítica por su imaginación visual, narrativa envolvente y personajes memorables. Peter Jackson, por ejemplo, alcanzó la cima del éxito con la trilogía épica de El señor de los anillos en la década de 2000, estableciendo un estándar elevado para las adaptaciones cinematográficas de obras literarias.
Sin embargo, cuando el director se aventuró a regresar a la Tierra Media con El Hobbit: Un viaje inesperado, las expectativas alcanzaron nuevas alturas. La presión por igualar o superar el éxito de su trilogía anterior se hizo palpable, pero, lamentablemente, como en el caso de Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma o Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal, estas expectativas resultaron ser un desafío insuperable para muchos espectadores y críticos.
Peter Jackson y el retorno a la Tierra Media: Expectativas, presiones y resultados
La película de 2012 (que se encuentra disponible en el catálogo de Amazon Prime Video junto con las otras dos partes de la trilogía: La desolación de Smaug y La batalla de los cinco ejércitos) ofrece un deleite para los seguidores de J.R.R. Tolkien al tratar a sus personajes con respeto y dedicación, sin descuidar aspectos vitales del libro, como las evocadoras canciones. La decisión de dividir la historia en tres largometrajes de casi tres horas cada uno generó preocupación entre muchos, temiendo que Peter Jackson tuviera que “llenar demasiado espacio" y pudiera resultar en una experiencia agotadora.
Con una recaudación mundial en taquilla que superó los 1,017 millones de dólares, la película, protagonizada por Ian McKellen y Martin Freeman, se convirtió en la aventura más exitosa en la Tierra Media en la historia del cine (aunque La comunidad del anillo ha reclamado el primer puesto gracias a su relanzamiento). Este logro evidencia el ferviente entusiasmo de los seguidores del género de fantasía por El Hobbit. Sin embargo, la decepción fue palpable entre muchos cuando la película finalmente llegó a la pantalla grande.
No fue tanto porque la película fuera un fracaso absoluto o porque Peter Jackson hubiera perdido de repente su habilidad para hacer películas, sino más bien porque el largometraje no logró cumplir con las expectativas desmesuradas de muchos. Después de todo, la trilogía de Elijah Wood, Viggo Mortensen y compañia alcanzó un estatus de clásico instantáneo y ha sido comparada con franquicias como Star Wars e Indiana Jones por numerosos fanáticos.