Si mencionamos películas como El libro de la selva, La sirenita o El rey león hay dos posibles imágenes que lleguen a tu mente, los dibujos animados de la época clásica de Disney o las actuaciones live-action de las películas más recientes. Sin importar en qué versión pienses, la trama será la misma pues la compañía buscó replicar el éxito de cintas como La dama y el vagabundo o Aladdin, algunas veces con éxito, otras sin tanto aplauso.
Pese a esta fórmula existe una película clásica de la compañía que podría romper el esquema por completo comenzando por su centro, ligeramente más siniestro que el de todas las mencionadas anteriormente. El caldero mágico se estrenó en 1985 como la primera película de Disney que requería de la supervisión de adultos para el público infantil (PG) por su uso de temas oscuros.
La cinta del estudio que nos trajo Atlantis: el imperio perdido combina una aventura de búsqueda tradicional con elementos explícitamente sobrenaturales. El caldero mágico sigue a Taron, la Princesa Elena y compañía en su misión por detener al Rey del Mal, un tirano no muerto, con una apariencia que combina a Skeletor de He-Man y el villano de Thundercats, quien busca el caldero para traer desde el más allá a su legión de guerreros y gobernar al mundo.
Tras su estreno, la película encabezó varios titulares por contener escenas aterradoras con soldados esqueléticos y castillos embrujados llenos de verdadero peligro. Ted Berman y Richard Rich fueron los directores encargados de romper lo que se esperaba para una audiencia mayoritariamente infantil, lo que probablemente hizo que fracasara en taquilla recaudando un poco menos de la mitad de su presupuesto de 44 millones de dólares.
A pesar de esto, El caldero mágico ha desarrollado un seguimiento de culto y ahora que está disponible a través de la plataforma de Disney+ sigue demostrando que siempre hubo potencial en su narración única y oscura. Por tanto, si la compañía que Walt Disney heredó volteara la cabeza hacia una propuesta como esta y optara por mejorar la idea inicial de los años 80 con un proyecto live-action, como los que acostumbra últimamente, podría dar un giro inesperado y entrar de lleno en un género que tal vez no se ha atrevido a explorar a profundidad.
Antes en la animación, Disney ha manipulado ligeramente algunas fibras de terror dentro de sus películas como en aquella secuencia tenebrosa de Blancanieves en la que los miedos de la princesa la atormentan en medio del bosque haciendo que su imaginación elabore un escenario oscuro donde una especie de garras tiran de su ropa. O bien, está el caso de Dumbo cuando, por alguna razón, nos genera escalofríos aquel grupo de elefantes y sus siluetas cambiantes marchando en un fondo negro con destellos neon y hasta la escena de Pinocho en la que vemos la transformación de una sombra de un niño a un pequeño burro.
El caldero mágico en cambio, es una narrativa que se desenvuelve constantemente en un entorno por naturaleza escalofriante, y ya que Disney no es ajeno a las secuencias de terror, si cobrara vida con todos sus esqueletos, brujas, escenarios y tal vez un pequeño giro en la trama, una adaptación live-action de este filme sería ideal para enfatizar el horror que habita en el corazón de la historia. Además, con el universo de Disney expandiéndose hacia Marvel, Fox y tantos más, bien podría apostar por una cinta de este estilo.
¿Crees que habría potencial en la compañía del ratón para concursar con historias como las de James Wan o hasta Julia Ducournau o es más bien una tarea para los slashers que conectará el Twisted Childhood Universe de Winnie-The Pooh miel y sangre?