Con 194 millones de dólares acumulados a nivel mundial en su fin de semana de estreno, Godzilla y Kong: El nuevo imperio, que puedes disfrutar en las salas de Cinépolis y Cinemex, ha aterrizado como un auténtico éxito. La más reciente entrega del MonsterVerse, dirigida por Adam Wingard, se centra en los icónicos titanes uniendo fuerzas para enfrentarse al Rey Skar, una versión malévola y cruel de Kong que reside en la Tierra Hueca.
Gran parte del atractivo de la nueva película de Legendary Entertainment reside en el icónico personaje japonés. Godzilla ha trascendido su papel como un simple monstruo cinematográfico para convertirse en un ícono cultural y una figura legendaria del cine. Sus raíces se remontan a la posguerra japonesa, donde surgió como una metáfora del miedo nuclear y la destrucción masiva.
Desde el clásico de 1954 de Ishiro Honda hasta Godzilla Minus One de Takashi Yamazaki, el monumental lagarto ha evolucionado para representar una amplia gama de temas y preocupaciones, desde la protección del medio ambiente hasta la lucha contra fuerzas malignas. Su inmenso tamaño, su poderoso aliento atómico y su capacidad para enfrentarse a otros monstruos titánicos lo convierten en una presencia imponente en la pantalla, capaz de cautivar y aterrorizar a audiencias de todas las edades.
Y mientras abrimos el debate para saber si es el monstruo más famoso e importante de la ciencia ficción, los científicos han descubierto al Godzilla de la vida real, un enorme lagarto acuático que dominó los mares del Pacífico hace 72 millones de años. Se trata de una criatura conocida como Wakayama Soryu, que significa “dragón azul”; era tan grande como un gran tiburón blanco y usaba sus cuatro enormes aletas para moverse rápidamente por el agua.
Descubierto el Godzilla de la vida real: Wakayama Soryu, el dragón de los mares prehistóricos
Y, si bien puede que no sea tan grande como el Godzilla radiactivo, esta criatura recién descubierta es completamente única. El profesor Takuya Konishi de la Universidad de Cincinnati, que clasificó el espécimen, dijo: “Inmediatamente era algo que nunca había visto antes”. El enorme mosasaurio fue descubierto alrededor del río Aridagawa en la prefectura de Wakayama, Japón.
Su esqueleto fue descubierto accidentalmente en 2016 por el coautor del estudio, Akihiro Misaki, durante una búsqueda de fósiles de amonites. Misaki tropezó con un hueso oscuro en la piedra arenisca que resultó ser una vértebra del espécimen más completo de mosasaurio jamás descubierto en Japón o en el Pacífico Noroccidental.
Luego fueron necesarios cuatro años para sacar cuidadosamente el esqueleto de la piedra arenisca en la que había quedado atrapado. El profesor Konishi dice que nombró al monstruo marino en honor a la prefectura donde fue descubierto y a los dragones de la mitología japonesa. “En China, los dragones hacen truenos y viven en el cielo. Se volvieron acuáticos en la mitología japonesa”, señaló.
El artículo de investigación publicado en el Journal of Systematic Paleontology lo clasifica como una especie de mosasaurio, un lagarto prehistórico gigante. Los mosasaurios no son dinosaurios y, en realidad, están más estrechamente relacionados con los lagartos y serpientes modernos. Fueron los principales depredadores de los océanos prehistóricos desde hace unos 100 millones a 66 millones de años.