Es bien sabido que el director de Pulp Fiction es fanático de diseccionar las películas que por años han alimentado nuestro amor por el séptimo arte, siempre honesto ante lo que lo fascina y lo que le desagrada. Quentin Tarantino ya ha profesado su gusto por cintas como ¡Río Bravo!, Taxi Driver e incluso Un viernes de locos, pero tampoco escatima cuando se trata de referir a proyectos que han caído de su gracia como el caso de la segunda parte de Matrix.
En esta ocasión el foco que llamó la atención del cineasta de Perros de reserva no fue una película en especial, sino la filmografía en general de un director. Antes, Tarantino ya ha derribado de su pedestal a figuras del cine como Stanley Kubrick cuyas obras considera demasiado frías, compuestas y carentes de humanidad. Ahora sus feroces comentarios se extienden al encargado de grandes clásicos como Psicosis y Los pájaros.
En un artículo publicado por la revista británica Far Out, Quentin Tarantino reveló las razones por las que Alfred Hitchcock no se encuentra entre sus cineastas favoritos. Principalmente piensa que el británico, conocido por su contribución al cine de suspenso y terror, no logra impresionarlo suficiente en los actos finales de sus películas:
La década de 1950 lo detuvo, Hitchcock no podía hacer lo que él, dejado a su suerte, quisiera hacer. Cuando pudo hacerlo, a finales de los años 60 y principios de los 70, ya estaba un poco viejo
El director de Había una vez en... Hollywood arremetió diciendo que incluso aquellos que estudiaron y se inspiraron en la filmografía de Hitchcock lograron superar al venerado director. "Siempre he pensado que sus seguidores llevaron sus ideas cinematográficas y narrativas más lejos", dijo Tarantino agregando que prefiere el trabajo "Hitchcockiano" de Brian De Palma, Richard Franklin y Curtis Hanson antes que el del mismo Alfred.
Vértigo de 1958, uno de los mayores éxitos de crítica que obtuvo Hitchcock, tampoco se salvó del filo de sus palabras. En una ocasión, hablando con el escritor Bret Easton Ellis, el director reafirmó que no era fan y agregó "no me gusta Vértigo ni sus películas de los años 50, huelen a los años 50, lo cual es similar al olor de los años 80".
No cabe duda que Quentin Tarantino es un cinéfilo advocado en descubrir lo mejor y peor de las cintas que consume e independientemente de que estemos de acuerdo con él o no, tanto su trabajo como el de sus colegas forma parte importante del mundo que nos tiene volviendo a cines una y otra vez.