El 29 de abril de 2011, el mundo fue testigo de una de las bodas reales más esperadas y espectaculares de la historia y de la familia real, cuando Kate Middleton y el Príncipe William se unieron en matrimonio en la Abadía de Westminster en Londres.
La boda fue un evento lleno de elegancia y tradición que capturó la atención de millones en todo el mundo, pero no solo por su meticulosa y hermosa estética, sino también por la gran cantidad de invitados y millones de libras esterlinas invertidas en ella.
La ceremonia fue presidida por el Arzobispo de Canterbury y fue seguida por una procesión en carruaje por las calles de Londres, atrajo a una gran cantidad de invitados famosos y dignatarios de todo el mundo, entre los que se contabilizaron más de mil 900 personas y algunos nombres importantes como la reina Isabel II y el Duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y la Princesa Camilla, el príncipe Harry, David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos, Victoria Beckham, Elton John y Rowan Atkinson.
El vestido de novia de Kate Middleton, diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen, fue uno de los aspectos más destacados del día, y se convirtió en un ícono de la moda y estableció a Middleton como una figura de estilo a nivel mundial.
Respecto a su costo, se estima que la boda de Kate y William tuvo un costo de alrededor de 20 millones de libras esterlinas, es decir unos 32 millones de dólares, con gran parte del presupuesto destinado a la seguridad y la logística del evento. La recepción de la boda se llevó a cabo en el Palacio de Buckingham y fue seguida por un banquete para los invitados.
Tras esta ceremonia, la pareja que que se conoció mientras estudiaba en la Universidad de St. Andrews, dio un paso sumamente importante en su relación y es sumamente gratificante recordar que ahora tienen tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.