Sin duda alguna, Quentin Tarantino se ha ganado un lugar dentro de los cineastas más influyentes de la época. Pulp Fiction, Bastardos sin gloria y Kill Bill son algunas de las cintas que confirman el talento e imaginación del director norteamericano. Durante décadas, Tarantino ha demostrado un estilo único con tomas y movimientos rápidos, y sobre todo, colores vibrantes, y por supuesto, la dosis adecuada de violencia y sangre, son elementos inequívocos del aclamado cineasta.
Con tanta experiencia y años detrás de las cámaras, Tarantino se ha convertido en un referente del séptimo arte. Sin embargo, el director de Django Unchained no se transformó de un día para otro en la figura que es hoy, sino que varias personalidades influyeron en su carrera hasta hacerse de un nombre en la industria cinematográfica. Tarantino obtuvo inspiración de uno de los directores más importantes en la historia del cine para realizar sus películas.
Sam Peckinpah no sólo ha sido un maestro para Tarantino, sino que ha servido de guía para muchos otros grandes del cine. Con películas como La balada de Cable Hogue, El gran combate y Perros de paja, Peckinpah dio una cátedra de cómo hacer buenas películas que sobrevivieran el paso del tiempo y se convirtieran en clásicos del séptimo arte. De hecho, La pandilla salvaje, una de sus películas más conocidas, tendrá un remake que será dirigido por Mel Gibson.
Dirigida por Sam Peckinpah en 1977, La cruz de hierro es una de las películas bélicas preferidas de su alumno Tarantino. Implacable, contundente, violenta y antimilitarista, es una de las joyas raras de la época que mostró la historia vista desde los ojos de un soldado alemán que sumerge al espectador en la Segunda Guerra Mundial. Probablemente como una de las mejores películas jamás realizadas, La cruz de hierro impresiona por su realismo y la capacidad de dirección de Sam Peckinpah, uno de los maestros de Quentin Tarantino.
¿De qué trata 'La cruz de hierro'?
Ubicada en 1943, en el frente ruso, el líder condecorado Rolf Steiner es ascendido a sargento después de una misión exitosa. Después de una sangrienta batalla del escuadrón de Steiner contra las tropas rusas lideradas por el valiente teniente Meyer, quien muere en combate, el cobarde y arrogante capitán Hauptmann Stransky miente al decir que fue él quien dirigió la batalla y solicita que le concedan la Cruz de Hierro.
Stransky da los nombres de Steiner y del teniente Triebig como testigos de su gran logro, sin embargo, Steiner se niega a participar en el fraude. Cuando el coronel Brandt da la orden de abandonar la posición en el frente, Stransky no retransmite la orden al escuadrón de Steiner, y quedan solos y rodeados por el enemigo. Ahora, tendrán que luchar para sobrevivir.