El resplandor, El proyecto de la Bruja de Blair y Eso son películas que han ocasionado toda clase de caos en las salas de cine, sin embargo, pocas lo han hecho como El exorcista. En 1973, la cinta de William Friedkin provocó que espectadores de todo el mundo vomitaran, se desmayaran y tuvieran convulsiones, haciendo que ambulancias tuvieran que estacionarse afuera de los complejos de cine para atender cada una de las emergencias.
La cinta de una niña poseída no ha sido la única en hacer que la gente salga del cine gritando. A finales de la década de los setenta, dos años después del inicio de la saga de Star Wars, la ciencia ficción comenzó a volverse lo de moda en Hollywood. Muchos cineastas se aventuraron a hacer producciones en el género, sin embargo, uno de ellos tuvo la visión de combinar la ciencia ficción con el terror.
Dirigida por Ridley Scott, la primera película de esta famosa franquicia tuvo consecuencias inesperadas entre el público. De acuerdo con anécdotas de quienes estuvieron presentes, las primeras proyecciones de la cinta ocasionaron emociones realmente intensas. Los gritos llenaron las salas, en especial, al ver una de las escenas más escalofriantes que jamás habían llegado a la gran pantalla en ese entonces.
En 1979, la película Alien: El octavo pasajero llegó bastante lejos, según lo revelado por el editor de la cinta, Terry Rawlings, en el documental The Beast Within: The Making of Alien. Rawlings contó que una de las primeras transmisiones de la película tuvieron que ser cortadas debido a las reacciones del público. De todos, el momento más visceral fue el nacimiento del bebé xenomorfo en el vientre del actor británico John Hurt.
La secuencia sangrienta de la que emerge un monstruo del cuerpo de un hombre y lo destroza por completo fue la causante del revuelo entre los primeros espectadores. "Escuchamos a la dirección [del cine] decir: '¡Es horrible! La gente ha vomitado por todas partes y está muy tensa'. Y nos dijimos: 'Genial'", dijo Rawlings sobre cómo se dio cuenta de que Alien sería una película que pasaría a la historia del cine.
Lo mejor no acabó ahí. Una vez que se estrenó Alien, Ridley Scott recibió una llamada telefónica de un prestigioso colega: Stanley Kubrick. El director de 2001: Una odisea en el espacio no se aguantó las ganas y le preguntó cómo es que habían logrado filmar el momento. Para la secuencia se usaron varias cámaras porque el efecto sólo podía funcionar una vez. Scott explicó a Los Angeles Times que tras terminar, !el set quedó cubierto de sangre y no pudieron limpiarlo. "No había efectos digitales en ese momento, por lo que la criatura realmente salió de ese torso", dijo Scott sobre cómo fue que realizaron una de las cintas más épicas de terror y ciencia ficción.