En la última edición de los Premios Oscar que se llevó a cabo el pasado domingo 10 de marzo, Hayao Miyazaki se llevó el tercer reconocimiento de su carrera. En 2002, El viaje de Chihiro se convirtió en la primera cinta de anime en la historia de la Academia en ganar la categoría de Mejor película de animación. 12 años más tarde, Miyazaki se llevaría un Óscar honorífico por su larga trayectoria profesional. Ahora, en los Premios Oscar 2024, nuevamente Studio Ghibli volvió a hacer lo suyo con su última película, El niño y la garza.
Sin duda alguna, Miyazaki es uno de los cineastas más influyentes en la actualidad. Cada una de sus obras cinematográficas están repletas de historias complejas, personajes diversos y un estilo de animación impecable que ningún otro artista ha logrado emular. Además, las películas de Hayao suelen abordar los mismos temas como la trascendencia del medio ambiente, la presencia de espíritus, el amor, la familia y la búsqueda de sentido.
Nausicaä del Valle del Viento, Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke y El increíble castillo vagabundo son algunas de las grandes películas en la carrera de Miyazaki como parte del Studio Ghibli. Si bien en todas hay momentos de aflicción, existe una película en el repertorio del estudio japonés considerada la más desgarradora de la historia del cine. Al ver esta obra animada te será prácticamente imposible no derramar muchas lágrimas. De inicio a fin, esta película se lleva el primer lugar por ser sumamente devastadora.
Se trata de La tumba de las luciérnagas, el tercer largometraje de Studio Ghibli. Aunque no estuvo dirigida por Miyazaki, sino por Isao Takahata, el cineasta sí participó en el proceso de creación. Además de la perfecta animación, La tumba de las luciérnagas es una de las películas sobre la guerra más poderosas que hay, mostrando los horrores y la deshumanización de los conflictos armados a través de los ojos de dos hermanos.
Ubicada en Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, se encuentran los hermanos Seita y la pequeña Setsuko, quienes apenas lograron sobrevivir del ataque de bombarderos norteamericanos en su pueblo. Sin hogar y sin padres, los hermanos viajan hasta la casa de una de sus tías, quien convence a Setsuko a regresar a las ruinas de su hogar y sacar los vestidos de seda de su madre, para venderlos por comida. Poco a poco, la señora se muestra resentida con los niños, por lo que se ven obligados a dejar el hogar y llegan a un refugio antibombas abandonado.
Pocos días después, las raciones se acaban y Setsuko cae enferma, obligando a Seita a encontrar la forma de sacar los ahorros de su madre del banco, en los momentos en que su país se rinde de la guerra. La tumba de las luciérnagas es una de las mejores películas jamás realizadas que narra la lucha desgarradora de dos hermanos por sobrevivir durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.