Las historias de terror han sido una fuente inagotable de inspiración para el cine, y muchas de las obras más famosas del género provienen de la literatura. Desde Drácula de Bram Stoker hasta Frankenstein de Mary Shelley, pasando por los relatos de Edgar Allan Poe y H.P. Lovecraft, el cine ha adaptado algunas de las historias más influyentes para llevar el terror a nuevas audiencias, transformando estas narrativas en iconos culturales.
En la actualidad, Stephen King se erige como uno de los escritores más venerados por los amantes del terror, siendo sus obras una presencia constante en el cine. Su prolífica imaginación y su habilidad para tejer narrativas que despiertan temores profundos han convertido sus historias en material de culto tanto para lectores como para cinéfilos. Desde clásicos como Carrie y El resplandor hasta éxitos más recientes como Doctor Sueño, las adaptaciones cinematográficas de las obras de King han cautivado al público.
Aunque su filmografía aún no iguala la extensa trayectoria de cineastas de renombre como Brian De Palma y Stanley Kubrick, Andy Muschietti ha demostrado poseer una profundidad psicológica que lo ha colocado entre los pocos directores capaces de adaptar con éxito las novelas de Stephen King. Su díptico (conformado por Eso de 2017 y Eso: Capítulo 2 de 2019), con una duración total de 5 horas y 4 minutos, destaca por su habilidad para capturar la esencia del terror infantil, explorando cómo las experiencias traumáticas y el miedo afectan a los niños.
De la página a la pantalla: El viaje de ‘It’ de Stephen King a la obra de Andy Muschietti
Esta adaptación cinematográfica traslada los eventos a finales de los años ochenta, permitiéndole al también director de Mamá y Flash crear una sensación de familiaridad temporal con aquellos adultos jóvenes que crecieron aterrados con la versión de 1990 protagonizada por Tim Curry. No sólo la presencia de Finn Wolfhard, sino también el tono y algunos detalles de la trama, hacen que el filme tenga paralelos con la aclamada serie de Netflix, Stranger Things, ya que ambas evocan y reconstruyen de manera similar las dinámicas de la niñez en los años ochenta.
A través de una mezcla de elementos carnavalescos, el drama familiar y el coming of age, Muschietti no solo se sumerge en los rincones más oscuros de la narrativa de Stephen King, sino que también ilustra la lucha de los preadolescentes, conocido como El club de los perdedores, contra Pennywise “el payaso bailarín (Bill Skarsgård), una fuerza abrumadora que busca consumirlos por completo.
Pennywise es un enemigo vívido, y Muschietti no minimiza la barbarie del payaso al grado de abrir la primera parte con una sangrienta secuencia. Lo que el payaso le hace a Georgie (Jackson Robert Scott) es aterrador y desgarrador; nunca quisiéramos ver a un niño herido y arrastrándose por el suelo suplicando por su vida, pero aquí somos testigos de la brutalidad; ninguna vacilación, Muschietti muestra la ferocidad completa.