A fines del siglo pasado y principios del nuevo milenio, el panorama cinematográfico fue testigo del lanzamiento de dos de las películas más cautivadoras del cine estadounidense posmoderno: El club de la pelea, dirigida por David Fincher en 1999, y Memento, de Christopher Nolan, estrenada en 2000. Estas obras ayudaron a establecer un nuevo estándar para el cine hollywoodense, redefiniendo los límites narrativos y temáticos.
El club de la pelea cuenta la historia de un narrador anónimo, interpretado por Edward Norton, quien, en medio de una grave desilusión por su trabajo administrativo, forma un "club de lucha" con un enigmático vendedor de jabón, interpretado por Brad Pitt, que puede o no existir, quizá es simplemente parte de la imaginación del protagonista. Fincher explora su descenso a la duda existencial en un estilo que ha sido imitado sin cesar desde entonces.
Memento también jugó con los lados más oscuros de la psicología, detallando a un hombre interpretado por Guy Pearce, que sufre pérdida de memoria a corto plazo y es incapaz de formar nuevos recuerdos. Tras el asesinato de su esposa, el hombre utiliza un sistema de notas manuscritas, tatuajes y fotografías para intentar retener recuerdos e información y así poder encontrar al responsable.
Entre la memoria y la identidad: El enlace sorprendente entre dos obras icónicas del cine posmoderno
Quentin Tarantino habló una vez de Memento a la luz de El club de la pelea en una entrevista con The Guardian. Señaló cómo la obra de Nolan pide al público que encuentre las pistas de su misterio mientras la mira, mientras que la película de Fincher invita a mirarla por segunda vez para ver si pueden encontrar las mismas pistas.
“Parte del atractivo de Memento es que te desafía en un juego a descubrir agujeros en el misterio, el escenario y la narración”, dijo el director de Pulp Fiction y Kill Bill. “A diferencia de algo como El club de la pelea, donde lo ves y luego quieres verlo por segunda vez para hacerle agujeros. De hecho, te está desafiando a hacer eso. Si encuentras un agujero en él, es casi tan divertido como no encontrar un agujero”.
Además del tipo de enfoque narrativo de las dos películas, hay un detalle fascinante que vincula El club de la pelea con Memento, un giro sorprendente que sugiere que los dos mundos están vinculados de alguna manera. Tras una inspección más cercana, se descubre que tanto Marla Singer (Helena Bonham Carter en El club de la pelea) como Teddy (Joe Pantoliano en Memento) tienen el mismo número de teléfono: 555-0134.
Ahora bien, ¿es esto sólo una mera coincidencia, o Nolan, que estrenó su película después de Fincher, estaba jugando con las ideas presentes en ambas películas, temas de recuerdos perdidos e identidades confusas? Lo único seguro es que tanto Marla como Teddy son personajes que desafían la confianza de los personajes y las expectativas de los espectadores, así que probablemente esta coincidencia sea un pequeño tributo que el director de Oppenheimer le dedicó al cineasta responsable de El asesino.