El estreno de Duna: Parte Dos bajo la dirección de Denis Villeneuve nos ha permitido que las expectativas en torno a esta producción lleguen a su fin, y que miles de fanáticos de la ciencia ficción y seguidores del séptimo arte podamos presenciar como se gesta un nuevo intento de llevar la profética saga literaria que creó Frank Herbert en la década de 1960 al cine.
Y es que esta odisea espacial no solo fascinó al director de Blade Runner 2049 sino que en el pasado también asombró a otros cineastas como Alejandro Jodorowsky y David Lynch, quien en 1984 hizo su propia versión de esta ciencia ficción, ambientando las aventuras de Paul Atreides a un futuro distante, desértico y misterioso conocido como Arrakis.
Así al igual que sucede en la novela y las cintas de Villeneuve, mientras el último Duque de la Casa Atreides intenta vengar a su familia, el control de la melange o especia se convierte en uno de los objetivos prioritarios de la Casa Harkonnen ya que este narcótico es fundamental para alterar el espectro de la consciencia y subconsciente humano.
Por lo tanto mientras que a lo largo de 2 horas y 17 minutos de duración veremos a Paul Atreides -interpretado por Kyle MacLachlan- descubrir su destino como el Kwisatz Haderach y mejorar en sus habilidades mentales y físicas para cambiar el curso de la historia galáctica, esta producción de Lynch también nos presentará la lucha de los Fremen por su libertad.
Respecto al elenco de Lynch, en esta película tendremos a grandes actores y actrices como Francesca Annis, Max von Sydow, Patrick Stewart y Sting, entre otros más encarnando a los personajes memorables de la saga literaria, y a sus complejas problemáticas humanas dentro de este vasto universo.
Por otra parte basta decir que sobre la banda sonora de la película de Lynch, nos encontramos con melodías creadas por Toto y Brian Eno, quienes le añaden una capa adicional de profundidad a la experiencia cinematográfica de esta cinta que, aunque recibió críticas mixtas en su lanzamiento inicial, terminó ganándose el estatus de ser un filme de culto y ejemplar para las adaptaciones a dicho género literario.
Además su marca ha sido indeleble tanto para la literatura como para el cine, llegando a inspirar a decenas de generaciones de cineastas y aficionados por igual, transportando a los espectadores y críticos a su rico y complejo universo de intrigas políticas, misterios cósmicos, simbología y misticismo espiritual que la han vuelto la obra maestra que sigue siendo relevante hasta el día de hoy.