El género de terror tiene una extensa variedad entre la que encontramos historias de fantasmas, demonios, seres de oscuridad que buscan poseer a la raza humana y otro aún más tenebroso que es el horror corporal en el que podemos presenciar la fragilidad y el sufrimiento que la humanidad padece por su propia condición.
En esta línea nos encontramos con títulos como La mosca y Crímenes del futuro donde los cambios patológicos y la manipulación del cuerpo humano nos entregan verdaderas pesadillas traídas a la pantalla.
Así, entre las películas más extremas que existen hallamos De Humani Corporis Fabrica que es un documental que nos sumerge en el mundo interno del cuerpo humano y la cotidianidad de un hospital.
Dirigido por Lucien Castaing-Taylor y Véréna Paravel, conocidos por otros documentales sumamente crudos y radicales como Leviatán y Caniba, De Humani Corporis Fabrica nos lleva a un lugar donde podemos ver sin filtros las enfermedades, sufrimientos y operaciones que forman parte de la rutina hospitalaria, obligándonos a enfrentar la realidad de nuestros cuerpos y su existencia.
A través de cámaras endoscópicas, la película nos muestra órganos internos, procedimientos quirúrgicos y momentos íntimos entre médicos y pacientes. Desde una cesárea hasta la inserción de un catéter, De Humani Corporis Fabrica revela tanto la belleza, como la sorpresa y la incomodidad de estos encuentros con el interior de nuestros cuerpos.
A lo largo de la producción, incluso los propios cirujanos se ven desafiados por la complejidad del cuerpo humano, lo que lleva a momentos de reflexión y asombro.
Por último, más allá de la exposición física, la película también muestra el hospital como un organismo frágil, destacando las circunstancias socioeconómicas que rodean la atención médica.
Por lo tanto De Humani Corporis Fabrica se convierte en más que un documental sobre cuerpos y procedimientos médicos, volviéndose una reflexión sobre la fragilidad y la resiliencia humanas, ampliando nuestra comprensión de lo que significa ser humano.