Eddie Brock está listo para reunirse nuevamente con su mitad alienígena en Venom 3. Tom Hardy volverá a interpretar al antihéroe tal como lo hizo en Venom de 2018 y Venom 2: Carnage liberado de 2021, pero ahora bajo la dirección de Kelly Marcel. El actor británico ciertamente está emocionado y comprometido con su personaje y con la idea de seguir extendiendo el universo del simbionte. Pero más allá de las secuelas oficiales de Marvel Entertainment, hay evidencias de la existencia de una película de terror que funciona a la perfección como una precuela de Venom.
Life: Vida inteligente (que forma parte del catálogo de Netflix) sigue a David (Jake Gyllenhaal), Miranda (Rebecca Ferguson), Rory (Ryan Reynolds), Sho (Hiroyuki Sanada), Ekaterina (Olga Dihovichnaya) y Hugh (Ariyon Bakare), tripulantes de la Estación Espacial Internacional, quienes hacen un descubrimiento trascendental: recoger la primera evidencia de vida proveniente de la superficie de Marte. Cuando este organismo unicelular demuestra tener vida propia, enfrentan un dilema sobre sus capacidades y peligros potenciales.
Venom y más allá: Descubriendo la conexión con ‘Life: Vida inteligente’
El cineasta sueco, Daniel Espinosa, construye pacientemente una atmósfera de realismo científico en Life: Vida inteligente. El largo prólogo sirve para colocar al espectador en las dinámicas de la tripulación, sin embargo, el guion acumula una serie de anécdotas innecesarias e información trivial. Poco a poco esto se desvanece debido a la introducción de los mecanismos del thriller y el horror. Al adquirir esta nueva atmósfera, el relato se desarrolla con mejor ritmo y el filme funciona porque los túneles claustrofóbicos de una estación espacial conforman un territorio ideal para generar angustia.
Con una fusión de terror y ciencia ficción que recuerda a La cosa del otro mundo de John Carpenter y Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, la película recibió algunas buenas críticas y fue un éxito de taquilla modesto, pero antes de su lanzamiento se difundió el rumor de que en realidad era una precuela sigilosa de Venom.
La gran prueba que vinculaba a las dos obras, además de la descripción del monstruo de Life que revelaba un parecido con el simbionte de Venom, fue el hecho de que los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick escribieron previamente un borrador para una película de Venom y durante el lanzamiento de Life bromeaban acerca de que su película era una precuela secreta de Venom.
En realidad, Life estaba en producción mucho antes de que Sony eligiera la primera película de Venom con Tom Hardy, por lo que nunca hubo una posibilidad de que los dos proyectos estuvieran conectados. Life es un relato sólido por derecho propio, independiente del popular simbionte. Aunque no forma parte de ese universo, resulta interesante ver la película desde esa perspectiva: como una precuela secreta de Venom.