Todo cambió cuando la Nación del Fuego atacó, pero por suerte, el Avatar está de regreso. El live-action de Avatar: La leyenda de Aang, la serie creada por Bryan Konietzo y Michael Dante DiMartino, ya se estrenó en Netflix. En ocho capítulos de aproximadamente una hora, podrás ver la historia del último maestro aire, quien junto a sus amigos Katara y Sokka, dará inicio a su aventura para restaurar el equilibrio del mundo, su misión como el Avatar.
Como muchos lo saben, Avatar: La leyenda de Aang está ambientado en un mundo donde es posible manipular los elementos naturales como el agua, el aire, la tierra y el fuego. Una de las grandes preocupaciones del público, al pasar de dos a tres dimensiones, era que el live-action no estuviera a la altura del anime en cuanto al manejo de los elementos por parte de los personajes. Afortunadamente, la producción puso atención a cada detalle haciendo que los movimientos y batallas fueran visualmente sorprendentes.
En el mundo de Avatar no todos tienen la misma suerte. Aunque algunas personas, llamadas maestros, nacen con la capacidad de controlar algunos de los elementos, otros no pueden hacerlo. Si bien las razones precisas detrás del por qué algunos son maestros y otros no, en gran medida son misteriosas, en Avatar: La leyenda de Aang y en la secuela de La leyenda de Korra se han revelado algunos detalles que podrían ayudar a entender este fenómeno.
Algo así como la Fuerza en Star Wars o los magos y muggles en Harry Potter, las habilidades para controlar los elementos son una mezcla de factores genéticos, aunque también intervienen componentes espirituales. Un maestro puede aparecer después de que en varias generaciones no se haya presentado, de modo que alguien puede nacer de padres que no son maestros. Por ejemplo, no hay indicios de que los padres de Toph Beifong fueran maestros tierra, sin embargo, ella se convirtió en una de las más poderosas de la historia.
Pero además de esto, la espiritualidad y el control sobre su chi (la energía de vida que se usa para manipular los elementos), también juegan un papel importante en la selección y desarrollo de un maestro. Si la intensidad de la espiritualidad de la gente de una nación es mayor, también lo será el número de maestros entre ellos. Sin embargo, al final del día, las personas suelen nacer como maestros o no maestros, de la misma manera que una persona puede nacer con ojos azules o cafés.
Por supuesto, los no maestros están lejos de estar indefensos ya que pueden entrenarse para convertirse en bloqueadores de chi, como Mai Li, la capacidad de restringir el control de los elementos por un tiempo limitado. Sokka es uno de los personajes que no puede manipular los elementos, sin embargo, ha demostrado que la determinación y la valentía son atributos más valiosos que cualquier tipo de control.