Para una familia alemana, la vida en Europa central era aparentemente idílica, incluso cuando la Segunda Guerra Mundial hacía estragos a su alrededor. “Todos los deseos que mi esposa y mis hijos expresaron fueron concedidos”, escribió el patriarca de la familia Rudolf Höss en su autobiografía. “El jardín de mi esposa era un paraíso de flores”. Los cinco hijos de Rudolf jugaban con tortugas, gatos y lagartos en su villa cerca de la ciudad polaca de Cracovia. En verano, los hermanos pasaban horas en la piscina del jardín o nadaban en un río cercano.
Estas pacíficas escenas domésticas enmascaraban una oscura realidad: Rudolf era el oficial nazi a cargo de Auschwitz, el campo de concentración y exterminio donde los nazis mataron poco más de un millón de personas, la mayoría de ellas judíos europeos. Rudolf fue directamente responsable de estos asesinatos, que supervisó como el comandante con más años de servicio en el campo. ¿Y la tranquila villa con su jardín de flores? Se encontraba justo detrás de los altos muros que rodeaban la casa de los Höss.
Zona de interés, la nueva película escrita y dirigida por Jonathan Glazer, imagina y recrea la vida cotidiana de los Höss, y rara vez se aventuran más allá de los límites de la villa para reconocer las atrocidades que se desarrollan al lado. Al enfatizar lo mundano, el aclamado cineasta británico esperaba exponer a Rudolf (interpretado por Christian Friedel) y su esposa, Hedwig (Sandra Hüller), como innegablemente humanos.
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A diferencia de La lista de Schindler, El pianista, La vida es bella y otros ejemplos básicos del cine del Holocausto, Zona de interés nunca describe explícitamente los horrores de vida y muerte infligidos por los nazis. En cambio, la película se basa en el poder de la sugestión, aludiendo a los asesinatos en masa a través de breves vistazos a las chimeneas de los crematorios y una banda sonora ambiental salpicada de disparos y gritos.
La historia trata menos de los nazis que de la cuestión más amplia de la naturaleza humana, "lo que hay en nosotros que lo impulsa todo, la capacidad de violencia que todos tenemos", señala el también director de Under the Skin en entrevista para The Guardian. “Para mí, esta no es una película sobre el pasado. Se trata de ahora, de nosotros y de nuestra similitud con los perpetradores, no de nuestra similitud con las víctimas”.
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¿Quién fue Rudolf Höss?
Rudolf Höss, nacido en Alemania en 1900, se unió al Partido Nazi después de luchar en la Primera Guerra Mundial. En 1923, participó en el asesinato de un maestro de escuela y fue condenado a prisión. Liberado en 1928, se unió a las SS nazis y ascendió rápidamente. Designado comandante de Auschwitz en 1940, convirtió el campo en un centro de exterminio. Implementó el uso de Zyklon B para gasear a las víctimas, y bajo su liderazgo, las cámaras de gas eran capaces de asesinar a 2,000 personas por hora.
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Höss y su esposa, Hedwig, vivían una vida de lujo en Auschwitz, empleando a prisioneros como trabajadores forzados y aprovechándose de bienes confiscados a los muertos. Ambos compartían un profundo antisemitismo y creían en la visión nazi. Aunque Rudolf fue reasignado brevemente a Berlín en 1943, regresó para supervisar la brutal Operación Höss en 1944, que llevó a 440,000 judíos húngaros al campo en poco más de un mes. Mientras Rudolf y otros oficiales de las SS disfrutaban de momentos de ocio, continuaban llegando las víctimas al campo, destacando la insensibilidad y la inhumanidad de los perpetradores del Holocausto.
