El Super Bowl 2024 dio a los fans del Universo Cinematográfico uno de los regalos más grandes: el primer adelanto de Deadpool 3, que llevará por nombre Deadpool y Wolverine. Por fin, luego de muchos meses de especulaciones, se sabe que los personajes de Ryan Reynolds y Hugh Jackman se enfrentarán a la Autoridad de Variación Temporal (TVA), la organización que le causó problemas a Tom Hiddleston en Loki.
Los admiradores de Marvel están felices por la nueva entrega de Deadpool, que aunque será la única que el estudio estrene en cines, se piensa que podrá dar un aire fresco a la franquicia, y de paso, hacer olvidar al público el mal sabor de boca de The Marvels y Ant-Man and The Wasp Quantumania. Deadpool y Wolverine debutará en la gran pantalla el próximo 26 de julio, y se espera que vuelvan más personajes que dejaron el UCM hace mucho tiempo.
Años antes de que el UCM fuera la poderosa saga que es, poco después del triunfo en taquillas de Iron Man en 2008, los ejecutivos del estudio fueron muy claros en lo que querían. Para hacer que la franquicia tuviera éxito y el presupuesto no se viera comprometido, si fuera necesario, tomarían medidas como despedir a los actores en caso de que tuvieran exigencias salariales demasiado altas.
Nmás
Como era de esperarse, con tan buena respuesta por parte del público, las discusiones en torno a los ingresos de los actores comenzaron. Fue antes del rodaje de Avengers: Era de Ultron, que algunos miembros del elenco como Chris Hemsworth y Scarlett Johansson estuvieron a punto de irse de la franquicia. Sin embargo, gracias a la oportuna intervención de Robert Downey Jr., el conflicto se resolvió.
Mashable India
Cuando Marvel amenazó con despedir a Chris Hemsworth y Scarlett Johansson si no firmaban un nuevo contrato bajo los términos establecidos por el estudio, el actor de Oppenheimer se puso del lado de sus compañeros e hizo algo al respecto. "Él es el único tipo con poder real en esta situación y con bolas de acero. (Robert) envió un mensaje de que no va a trabajar en un lugar donde tratan a sus colegas como una mierda", reveló el medio de comunicación Deadline. Tras la postura de Robert Downey Jr., en la que puso un ultimátum, los ejecutivos cedieron a pagar de forma más justa al resto de los actores, logrando salvar al UCM.
