John Ford es una de las figuras más importantes en la historia del cine, sobre todo por su influencia y legado en el western. El aclamado cineasta estadounidense dirigió películas como The Searchers y Stagecoach, que se consideran grandes clásicos del séptimo arte, por lo que es recordado como uno de los mayores exponentes del género y constantemente es alabado por la obra cinematográfica que consiguió a través de su filmografía.
Otro de los artistas que más relevancia tuvieron durante el albor del western fue John Wayne, también conocido como ‘El Duque’, actor que colaboró en proyectos junto a Ford y además protagonizó legendarias películas como Río Bravo, Fort Apache y El Dorado. Aunque fue uno de los actores más reconocidos de la época, también fue una celebridad polémica debido a sus declaraciones sobre los nativos de Estados Unidos.
Wayne y Ford volvieron a trabajar juntos en una de las películas que es considerada dentro de las mejores producciones del western: Un tiro en la noche. Este largometraje estrenado en 1962 no sólo transitaba entre dicho género, sino que también difundía el suspenso entre el espectador. ‘El Duque’ lideraba la historia, pero no era la única estrella que sobresalía, pues compartía créditos con el amado James Stewart.
Stewart es catalogado como uno de los astros más famosos del Hollywood clásico luego de haber protagonizado películas como The Philadelphia Story, ¡Qué bello es vivir! y, por supuesto, Vertigo de Alfred Hitchcock. El multifacético intérprete dio vida a Ransom, un senador veterano famoso por asesinar a un forajido, quien luego de asistir al funeral de un viejo amigo revela la verdad detrás del asesinato de Liverty Valance (Lee Marvin).
Paramount Pictures
The Man Who Shot Liberty Valance, como se le conoce por su título original, tiene entre su reparto a otros grandes actores como Vera Miles, quien tuvo un rol secundario en Psicosis, además de Lee Van Cleef, el actor recordado por interpretar a ‘El malo’ en el spaghetti western El bueno, el malo y el feo de Sergio Leone.
Un tiro en la noche es la primera entrada dentro de los western crepusculares; algunos de los largometrajes que entran en ese subgénero son El ocaso de los cheyennes, El fuera de la ley y Dos hombres y un destino. La importante de esta cinta en el cine no sólo le bastó para conseguir una nominación en los Oscar de 1963 por Mejor diseño de vestuario sino que se nombró uno de los títulos más prestigiosos del género, al igual que de su director, aquel que fue homenajeado por Steven Spielberg al final de Los Fabelman.
