Godzilla, la película original de 1954, fue dirigida por Ishirō Honda, pero sin minimizar su importancia, es imposible que la película hubiera resultado igual sin el director de efectos especiales Eiji Tsuburaya. Prácticamente hasta ese momento no se había retratado a un monstruo tan gigante con la escala convincente de Godzilla y lograr esa hazaña fue mérito de Tsuburaya.
Tsuburaya tuvo una carrera prolífica que comenzó casi 30 años antes de trabajar en Godzilla, e incluyó colaboraciones previas con Honda en las películas de guerra Operación Kamikaze y Adiós Rabaul. Hoy en día, sin embargo, se le recuerda sobre todo como "el padre de Tokusatsu" o del cine y la televisión japonesa con muchos efectos.
Estas producciones suelen representar a actores disfrazados de monstruos gigantes, robots o superhéroes (los ejemplos más conocidos son Kamen Rider y Super Sentai). Tsuburaya se ganó este título no sólo por su trabajo en Godzilla y películas posteriores (como Rodan), sino también por la creación de la serie de televisión de 1967 convertida en fenómeno mediático Ultraman.
Toho Film
Si bien Ultraman es un héroe, Godzilla es (al menos en el original) una fuerza destructiva de la naturaleza. Ese poder lo demuestra su devastación en Tokio, cuyos edificios palidecen en comparación con su monstruoso tamaño. Sin embargo, en realidad, se trataba solo de actores disfrazados (Haruo Nakajima y Katsumi Tezuka, específicamente) pisoteando una recreación en miniatura de la metrópoli.
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Cuando la ficción se confunde con la realidad: El arresto de Eiji Tsuburaya por “destruir Tokio”
Según el libro Godzilla on My Mind: Fifty Years of the King of Monsters de William M. Tsutsui, el meticuloso trabajo de recreación de Tokio a escala 1/25 por parte de Tsuburaya fue tan detallado que incluso incluyó casas modelo para garantizar realismo tanto en el exterior como en el interior. En una reunión previa a la filmación en Ginza, Tsuburaya y su equipo trazaron la línea del alboroto de Godzilla desde el jardín de la azotea de unos grandes almacenes, pero un guardia de seguridad los confundió con terroristas al escuchar la discusión sobre "destruir Tokio", lo que resultó en la detención de Tsuburaya por la policía.
Las películas de Kaiju, conocidas por presentar monstruos gigantes que arrasan ciudades o luchan entre sí, son un subgénero popular del Tokusatsu. Sin embargo, estas películas, ahora fundamentales en el cine japonés, tienen sus raíces en Godzilla. En aquel entonces, cuando se filmaba Godzilla, este tipo de películas no estaban tan arraigadas en la conciencia pública como lo están hoy en día, por lo que es comprensible que el guardia de seguridad no asociara la discusión del equipo con la posibilidad de una película de ese tipo.
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Afortunadamente, la detención de Tsuburaya fue breve y pudo completar la escena de la destrucción de Tokio. En la película, la secuencia se desarrolla de la siguiente manera: Godzilla emerge del mar y avanza hacia las torres de transmisión. Antes de dirigirse a la ciudad, derriba algunas de estas torres y derrite otras con su aliento atómico. En realidad, estas torres estaban hechas de cera y se derretían con lámparas de calor. Algunos planos generales muestran las casas en su totalidad, pero el encuadre no llega más allá de los pies de Godzilla, lo que subraya la inmensidad de la escena.
