Steven Spielberg es uno de los nombres que significan prácticamente lo mismo que buen cine. El director norteamericano es responsable de algunas de las mejores películas que han llegado a la pantalla grande como Tiburón, E.T., el extraterrestre, la franquicia de Indiana Jones, y por supuesto, la saga de Jurassic Park. Los espectadores no habrían tenido la oportunidad de conocer mundos increíbles, sin la presencia de Spielberg en el séptimo arte.
Como uno de los rostros más reconocidos de la industria cinematográfica, Spielberg ha compartido proyectos con otros cineastas famosos. Una de las colaboraciones más curiosas, que impulsó la carrera de otro gran director, ocurrió en la peor película de Steven Spielberg. De hecho, la película fue tan mala que pudo haber acabado su trayectoria en el cine de forma muy temprana. Afortunadamente, el director de Ready Player One: Comienza el juego logró recuperarse de su mala suerte, y de paso, ayudó a que otro cineasta obtuviera mayor visibilidad.
La cinta que casi hace que Spielberg renunciara al cine ocurrió en 1979, un par de años antes de que se convirtiera en un director prestigioso. Este proyecto fue de las primeras veces en que Spielberg se adentraba al género bélico, y lo hizo dándole un toque de comedia a uno de los eventos mundiales más famosos en la historia militar. Ubicada en los días posteriores al ataque a Pearl Harbor, esta cinta que es considerada la peor en la trayectoria de Spielberg, de forma extraña, tuvo un resultado positivo en otro director.
Se trata de 1941, la cinta de Spielberg que estuvo protagonizada por Dan Aykroyd, Ned Beatty y John Belushi, y que resultó ser un completo fracaso en taquilla. No sólo fue un gran desperdicio de tiempo para los espectadores; la crítica destrozó la película, y en algunos sitios como en Rotten Tomatoes, la cinta cuenta con una aprobación de 32 por ciento. Aunque con el tiempo, casi 50 años después, la cinta se ha ganado el título de culto debido a los efectos especiales de Spielberg, destacados para la época, algo que le valió tres nominaciones a un Premios Oscar en las categorías de Mejor fotografía, Mejores efectos visuales y Mejor sonido.
Como bien dicen que la basura de unos puede ser el tesoro de otros, 1941 se convirtió en un parteaguas en la carrera de Robert Zemeckis, quien se desempeñó como guionista de la película cuando recién empezaba en el mundo del cine. A partir de entonces, Zemeckis comenzó a involucrarse en otros proyectos en donde pudo poner a prueba su gran talento, y pocos años más tarde, se ganaría un lugar en el séptimo arte dirigiendo cintas como Forrest Gump, Náufrago, El expreso polar y muchas más.