Los actores y actrices son tan (o más) icónicos que sus propios personajes. Sería muy difícil para los espectadores imaginar a grandes figuras del cine como Harry Potter, Frodo de El señor de los anillos, o Bella Swan de Crepúsculo sin los rostros de Daniel Radcliffe, Elijah Wood y Kristen Stewart. Es en parte, gracias a ellos, que sus personajes se han vuelto tan icónicos y son reconocidos en el mundo del séptimo arte.
En muchos casos, los actores que salen en la gran pantalla no son la primera opción para interpretar a los personajes, sino que antes de ellos, otras figuras son consideradas para el papel. Uno de los casos que más han resonado ha sido el de Sir Ian McKellen en la triología de El señor de los anillos, quien se burló de los actores que rechazaron el papel de Gandalf, entre ellos, Sean Connery. Así ocurrió con Christian Bale antes de ser el asesino más sangriento del cine.
Antes de saltar a la fama con uno de sus papeles más icónicos de su trayectoria, Bale tuvo que esperar su turno para ser llamado para protagonizar esta adaptación cinematográfica que se estrenó en el año 2000. Actores como Johnny Depp, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, Ben Affleck, Edward Norton y Matt Damon mostraron interés en dar vida al asesino de traje y corbata, aunque no fue hasta que el equipo detrás de la película se vio en una encrucijada con una gran cantidad de actores rechazando el proyecto, que le preguntaron a Bale si quería hacerlo.
MUBI
¿Podrías imaginar a Psicópata americano sin la inolvidable interpretación de Christian Bale? Debido a que se encontraba al inicio de su carrera, la casa productora de Psicópata americano quería una cara y un nombre más reconocido para el papel. Sin embargo, tras verse sin protagonista, los productores finalmente aceptaron a Bale como el perturbado Bateman con una serie de condiciones: Bale tendría un salario menor al de actores más famosos para poder contratar a actores más conocidos, como Reese Witherspoon y Chloë Sevigny.
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A pesar de pasar por muchos nombres importantes para el papel de Patrick Bateman, la mejor elección siempre fue Bale y lo mismo puede decirse de Mary Harron como directora, quien siempre luchó para que el británico fuera el protagonista. Si bien las otras opciones eran buenas ya que Norton y Pitt habían hecho Fight Club, Bale tenía las habilidades para el papel desde el principio. Más aún, como un gran visionario, Bale el aspecto humorístico y satírico de la historia, e incluso se rió de partes del guión en su lectura inicial.
