Ya se encuentra disponible en cines Poor Things, la nueva película del director griego Yorgos Lanthimos luego de triunfar entre la crítica con La favorita, cinta con la que también trabajó junto a Emma Stone. Después de mucha anticipación luego de ganar el León de oro en el Festival de Cine de Venecia, la nueva dupla exitosa de Hollywood llega con un proyecto que pinta como uno de los favoritos para arrasar en la próxima edición de los premios Oscar.
La actriz estadounidense acaba de conseguir su cuarta nominación en los Oscar por su interpretación como Bella Baxter en la adaptación del libro de Alasdair Gray, mientras que la ocasión pasada fue nominada a Mejor actriz de reparto por su actuación como Abigail en La favorita, compartiendo la categoría con su coestrella, Rachel Weisz. En esta ocasión la intérprete es la preferida de las audiencias y pelea el premio con Lily Gladstone, pero antes de que Stone triunfara en la industria, tuvo que enfrentar tres años de rechazos en audiciones.
De acuerdo con la protagonista de Easy A, después de mudarse a Los Angeles cuando era niña para perseguir su sueño de convertirse en actriz, su mamá la acompañó a cientos de audiciones pero en ninguna producción le daban algún papel. Aunque apareció como extra en algunos títulos como Malcolm el de en medio, los productores no le daban oportunidades y Emma creía que se debía a una de sus características que actualmente la hacen diferenciarse de las demás actrices.
No se trataba de sus ojos enormes, sino de su voz grave. Según la actriz de Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), su voz parecía la de un hombre maduro cuando apenas tenía 11 años, así que acudió a sesiones con un terapeuta para modificar el nivel de su voz. Ella reveló que se debe a que cuando era recién nacida lloraba las 24 horas del día y así fue durante seis meses, por lo que esto afectó sus cuerdas vocales desde que era niña.
“Mi voz era aún más masculina de lo que es ahora”, reveló la protagonista de Cruella en 2009 durante una entrevista con The Orange County Register, “Tuve que ir a terapia de voz y ellos me enseñaron a hablar más agudo. Nadie quería contratar a una actriz de 15 años con voz grave y rasposa. Sonaba mucho mayor de lo que me veía y odiaba mi voz en aquel tiempo, pero de alguna manera me alegraba que me escuchara más grande porque nunca me gustó la idea de ser una niña”, declaró la intérprete.
Definitivamente la voz de Emma Stone es uno de los elementos más características de ella, así que no podemos imaginarla con un timbre distinto. La actriz reveló que su mala racha terminó una vez que fue seleccionada para aparecer en Supercool y desde entonces todo cambió para ella; ahora se encamina a lo que podría significar su segundo Oscar… ¿será que su estatuilla por La La Land recibe un compañero nuevo?