Desde su aparición en comerciales hasta protagonizar cintas clásicas de drama y romance como ¿Conoces a Joe Black?, Brad Pitt se consolidó como uno de los mayores galanes de los 90, además de una de las promesas de actuación de la década. Una de sus relaciones más fructíferas fue de la mano de David Fincher, cineasta especializado en el suspenso y crimen, pero uno de sus éxitos más grandes entre los dos tuvo la posibilidad de generar una secuela, aunque hubo una razón por la cual no se produjo.
Después de realizar Alien 3 y antes de dirigir El juego con Michael Douglas, Fincher presentó a las audiencias uno de sus proyectos más reconocidos a la fecha. Aunque hay quienes aseguran que Red social o Zodiaco son sus mejores películas, hay un largometraje que se sumerge en el suspenso con una premisa sumamente interesante y perturbó a miles de espectadores en la investigación de no sólo un crimen, sino siete.
Previo a su colaboración en El club de la pelea, la aclamada película protagonizada por Edward Norton y Helena Bonham Carter, el cineasta estadounidense filmó una película de poco más de dos horas que narraba las investigaciones del detective experimentado William Somerset (Morgan Freeman) y el novato David Mills (Pitt), quienes buscan descifrar al responsable de misteriosos asesinatos inspirados por los siete pecados capitales. ¿Ya sabes de cuál se trata?
Se7en, que tenía como principal villano a Kevin Spacey, fue una de las cintas más sorprendentes de 1995 y recibió no sólo el aclamo de las audiencias, sino también de la crítica. Su éxito fue tan grande que recaudó más de 327 millones en taquilla con un presupuesto de apenas 33 millones, convirtiéndose en la séptima película más taquillera del año, así que los estudios no tardaron en sugerir que se realizara una secuela.
Luego de recibir una nominación en los premios Oscar por Mejor edición, en 2002 New Line Cinema propuso al elenco y su director que se involucraran en una segunda película, pero la respuesta fue negativa por parte de todos. El título era Ei8ht y ya contaba con un guion sobre un asesino serial que es perseguido por Somerset; sin embargo, Pitt, Freeman y todo el equipo que trabajó en el largometraje se mostraron desinteresados en volver a la producción.
Fue Fincher, el también director de Gone Girl y El curioso caso de Benjamin Button, quien respondió “Me interesa menos que apagar cigarros en mis ojos”. Sorpresivamente, el proyecto no quedó olvidado y se retomó hasta 2015, ahora titulado Solace, con la dirección de Alfonso Poyart y las actuaciones de Anthony Hopkins, Colin Farrell y Jeffrey Dean Morgan, pero fue un rotundo fracaso, pues ni su reconocido elenco logró salvarla de alcanzar únicamente 22 millones de ingresos en la taquilla mundial.