En el amplio mundo del entretenimiento existen actores cuya presencia en la pantalla han capturado la atención y el corazón del público durante décadas y por ello, con una carrera que abarca múltiples géneros y un talento innegable, se convierten en leyendas.
El en caso del actor del que queremos platicarte, tenemos a un referente indiscutible en la industria cinematográfica, cuyo nombre está ligado a producciones como Star Wars, Indiana Jones y Blade Runner.
Se trata de Harrison Ford a quien indudablemente podemos reconocer por haber aparecido en estas sagas de aventura y que, con décadas de trabajo, hoy sigue siendo fuertemente reconocido en Hollywood.
Su habilidad para sumergirse en roles diversos y su capacidad para transmitir emociones genuinas lo han catapultado a la cima del éxito, siendo aclamado tanto por críticos como por el público en general pero lo que mucho no recuerdan es que su carrera inició con un título lejano a estas icónicas filmaciones.
En 1966, más de diez años antes de ser elegido para interpretar a uno de los héroes más famosos de la cultura pop, el actor estadounidense daba sus primeros pasos en Hollywood compartiendo una breve escena con Jack Lemmon en una comedia llamada Luv.
Acreditado como un hippie pero no como un miembro del elenco, Harrison Ford aparece en una escena en la que sale furioso de su coche para interpretar a un personaje que Lemmon había atropellado accidentalmente en un semáforo en rojo, y por eso le lanza un violento puñetazo en la cara.
La cinta nos cuenta la vida Woody, un chico de 11 años que vive con su abuela, y quien recibe un cursillo acelerado sobre lo que significa ser un hombre cuando pasa un día con un tío suyo ex convicto al que idolatra.