Cuando se trata de redes sociales hay mucha historia por contar, tenemos La red social de David Fincher en la que seguimos el camino de la creación de Facebook, o The Social Dilemma de 2020, donde se discuten los riesgos en el comportamiento y la privacidad de quienes usan estas plataformas. Pero en esta ocasión no es un documental lo que te hará salir de Instagram ni de TikTok, sino una película entre crimen y suspenso: La fotocopiadora.
La premisa de este filme dirigido como debut por Wregas Bhantueja gira en torno a Sur, una joven aplicada y muy dedicada en la escuela que sale de fiesta por primera vez. Aunque esto puede sonar a una comedia al estilo de Booksmart de Olivia Wilde, en la que dos amigas académicamente brillantes deciden salir de fiesta justo un día antes de graduarse, o Supercool; el clásico que nos presentó a McLovin con Christopher Mintz-Plasse interpretándolo; las cosas para Sur, no resultan en anécdotas divertidas.
La joven a la que Shenina Cinnamon da vida en La fotocopiadora muestra un talento y pasión especial por Mata Hari, un grupo de teatro al que apoya como diseñadora web. Tras una función exitosa, Sur decide salir con ellos a celebrar, lo que resulta en su primera fiesta universitaria, sin embargo, al día siguiente su vida ha cambiado.
Sin recordar bien lo que sucedió, la protagonista sólo sabe que perdió la beca de su escuela y que su familia le ha dado la espalda debido a una foto viral que circula en redes. Para limpiar su nombre Sur le pide ayuda a Amin, su amigo de la infancia con quién intentará descubrir el origen de aquella foto vergonzosa y lo que sucedió esa noche.
Este es un filme de misterio y crimen que combina el trato de temas tabú en la sociedad de Indonesia con la problemática actual de la filtración de fotografías. Puedes ver esta propuesta disponible en el catálogo de Netflix y seguir esta interesante investigación mientras te piensas dos veces si sería buen momento para desinstalar un par de aplicaciones de tu celular.