Algunos cineastas recurren a planteamientos filosóficos para desarrollar el guión de sus películas, dando como resultado historias complejas con situaciones que nunca habían pasado por nuestra mente. Títulos como Inception, Primer, Matrix o Enemy, juegan con la realidad y nos llevan a viajes alucinantes donde nada es lo que parece. En esta categoría se encuentra un largometraje de ciencia ficción que ha generado mucha conversación entre el público y que merece una oportunidad.
El film tiene fama entre los espectadores de ser sumamente complicado, pero una vez que llega a su fin, queda un buen sabor de boca, muchas preguntas y una que otra crisis existencial sobre las decisiones que hemos tomado a nivel personal. La historia transita entre la fantasía, el drama e incluso el romance y se sostiene de recursos como la inmortalidad, las vidas alternas y el famoso efecto mariposa.
Todos en algún momento de nuestras vidas nos preguntamos qué hubiera ocurrido si hubiéramos tomado tal o cual decisión y este es el dilema que presenta la película de Jaco Van Dormael, en la que la vida del pequeño Nemo cambia drásticamente cuando sus padres se separan. Él tiene que elegir con cuál de ellos quiere quedarse; la decisión que tomé podrá llevarlo a tener una vida completamente diferente.
Por supuesto, no contaba con que en el futuro encontrarían la fórmula para evitar el envejecimiento humano y mientras el resto es inmortal, Nemo, de 118 años, está a punto de morir y frente a él todas sus vidas posibles. Nos referimos a Las vidas posibles de Mr. Nobody, la cual funciona como un viaje emocional de una hora y 40 minutos con momentos tan conmovedores como dolorosos en los que Jared Leto y Diane Kruger se roban la pantalla.
En ella, Dormael recurre a la metafísica para explicar los saltos entre universos paralelos que sostienen su historia, en los que combina tres vidas posibles que pueden causar un poco de confusión. Aunque a simple vista la historia parecería tener un tono nostálgico y agonizante, en realidad, es una propuesta con romance y toques cómicos que aligeran la carga emocional; además de contar un gran soundtrack en el que se incluye “Where is my Mind” de los Pixies. Tristemente la película por ahora no se encuentra disponible en streaming, pero sin duda es una propuesta que debes tener en tu wish list si aún no la ves.