Si hay algo complicado, pero bastante emocionante en las películas y series de ciencia ficción es la capacidad de jugar con el concepto del tiempo y espacio. En épocas recientes la serie Dark de Baran bo Odar hizo una enorme trama basada en los saltos en el tiempo; Loki, por ejemplo, también se trata de reparar las líneas temporales cuando el personaje de Tom Hiddleston trabaja para la Autoridad de Variación Temporal. Sin embargo, antes de ellas la historia más icónica que comenzó con estos enredos es precisamente la saga de Robert Zemeckis con sus tres entregas de Volver al futuro.
Al ser una de las sagas más queridas que existen, es inevitable para los fans volver a ver una y otra vez la historia de Marty McFly (interpretado por el canadiense Michael J. Fox) y sus aventuras en el pasado-futuro. Como resultado de todas estas vistas, se han descubierto varias inconsistencias e interesantes lagunas en el guion. Respecto a esto, incluso James Gunn se ha pronunciado en defensa de las películas de Zemeckis diciendo que para que una película sea excelente, no necesita ser perfecta.
Hay un ejemplo muy famoso de este tipo de agujeros temporales en el guion de Volver al Futuro que involucra a Marty McFly y sus padres, pero lo revisitaremos en otro momento. Por ahora, nos importa contarte sobre la última película de la saga, lanzada en 1990 y que, aunque fue la menos elogiada, tiene un encanto especial porque representa uno de los mayores retos para Marty y el “Doc.” Emmett L. Brown (Christopher Lloyd).
La gran paradoja de Volver al Futuro 3
Volver al Futuro 3 se desarrolla en el año de 1885 y está ubicada en la época del salvaje oeste, atuendos al estilo de Kevin Costner, con sombrero y toda la cosa. Aparentemente, el mayor reto de Marty y Doc., atrapados en este tiempo, es lograr que el DeLorean funcione alcanzando sus 140 km/h considerando la tecnología de ese entonces.
Pero más allá de esto, pocos se han dado cuenta de que el desencadenante principal del argumento es un error en sí mismo que podría arrasar con la historia de la película por completo. Este filme comienza exactamente donde terminó Volver al Futuro 2, con Marty regresando a 1955 después de haber sido enviado a 1885 para advertir a Emmet sobre un accidente que provocó una realidad alternativa enviando al Doc. a 1885.
Ahora, mucha atención aquí: Marty y Emmet de 1955 encuentran y reparan el DeLorean para que Emmet pueda regresar a 1985, pero luego de encontrarlo, Marty descubre la tumba de su amigo, quien al parecer murió tan sólo una semana después de enviarle la carta en dónde le explicaba que se había quedado atrapado en 1885.
Este descubrimiento es lo que provoca que Marty se transporte al viejo Oeste, pero a la vez se crea una paradoja: como Marty viajó en el tiempo para evitar el asesinato de Doc., entonces la lápida no debería existir y, a consecuencia, nunca habría regresado a 1885.
Este ciclo podría desmantelar la película, pero también era necesario para servir como el detonante de la emocionante historia. En conclusión, la saga de Volver al Futuro nos demuestra que es posible tomar algunas licencias en las películas de viajes en el tiempo mientras que no se perjudique a la película, aunque no sea perfectamente coherente, pues esto da la libertad necesaria para convertirlas en tramas absolutamente fantásticas.