En la década de 1980 se vivía un entorno optimista entorno a la ciencia ficción, la fantasía, los héroes reales y el futuro del mundo debido a que en el contexto social había una guerra armamentística y una tensión económica y política entre dos grandes potencias sumamente belicosas -como Estados Unidos y la URRS- que amenazaba la poca tranquilidad que la humanidad conocía. Por lo tanto, cuando llegaron al cine cintas como Top Gun, Indiana Jones: En busca del arca perdida, Regreso al futuro, El submarino, Érase una vez en América, La tumba de las luciérnagas y El precio del poder, entre muchas otras más, imaginar cintas cuyas tramas hicieran de la vida cotidiana un sitio mejor y nos dieran personajes cuyas características hacían de sus vidas una aventura interminable fue algo más que obligatorio y posible.
Además como en este contexto donde se buscaba desesperadamente la esperanza, el lanzamiento de Star Wars Episode IV: A New Hope de George Lucas ya había sucedido en la víspera de Navidad de 1977, incluir en los guiones y producciones cinematográficas la historia de universos y mundos donde las rebeliones eran el pan de cada día y los héroes surgían de cualquier parte, se volvió una tendencia muy ad-hoc para los tiempos que se vivían.
Por ello cuando en Estado Unidos un actor llamado Robin Williams protagonizó Can I do It' Till I Need Glasses? como su debut en 1977 y tres años más tarde se encargó de dar vida a Popeye en la cinta homónima de Robert Altman, su carisma, simpatía y destreza actoral rápidamente captaron la atención de George Lucas que estaba deseoso de explorar el mundo de los superhéroes y los animatronics pero de la mano de un pato.
Pese que esto resultara sumamente extraño, en la mente del director era muy viable que junto a Marvel se creara la historia de Howard: The Duck que era algo así como un Superman que llegó a la Tierra tras haber sido creado por un error de un laboratorio espacial.
Una vez en este planeta, Howard sería acogido en casa de Beberly, una joven cantante de un grupo de rock que lo ayudaría a escapar de un doctor que intentaba regresarlo a su planeta, pero al estar expuesto a una energía diabólica d su propio laboratorio, sería transformado en el un terrible Señor de las Tinieblas que desearía exterminar a nuestro protagonista.
Aunque la trama era compleja, para Lucas y una joven Marvel que comenzaba a abrirse paso en el cine era muy viable que la historia convenciera a la audiencia, y más si en su protagónico estaba alguien tan carismático como Williams.
Sin embargo el protagonista de Jack y Papá por siempre terminó diciendo que no y así el papel le fue entregado a Chip Zien, quien se enteró de la renuncia de su antecesor de sorpresa y tuvo que trasladarse rápidamente a los estudios para comenzar el rodaje.
Además del agrado que el público comenzaba a tener por Robin Williams, este actor fue elegido porque en su protagónico de Moscow on the Hudson demostró una gran versatilidad que sorprendió a la crítica y la audiencia. Lo mismo sucedería más tarde con The best of times y Good Morning, Vietnam que le valió una nominación a Mejor Actor por parte de la Academia, pero esa ya es otra historia.
Actualmente Howard: The duck está disponible en Amazon Prime Video y Apple TV bajo servicio de suscripción.