Este miércoles 10 de enero seguramente las pantallas de Cinépolis y Cinemex se llenarán nuevamente de color rosa y no precisamente por Barbie de Greta Gerwig y Margot Robbie. En cambio, la razón de esta tonalidad será el lanzamiento de Chicas pesadas, una fresca comedia musical que redefine a los queridos personajes de Cady Heron y Regina George con un elenco renovado.
La nueva película, dirigida por Samantha Jayne y Arturo Perez Jr., promete una visión contemporánea y vibrante de la icónica historia, trayendo consigo no solo la nostalgia de los fans del clásico, sino también una dosis de innovación y entretenimiento para una nueva generación de espectadores ávidos de vivir las hilarantes y a menudo extravagantes experiencias del instituto.
Aunque es innegable que la película original, dirigida por Mark Waters en 2004, se clasifica comúnmente como una comedia, e incluso como una "película para adolescentes", va más allá de estas etiquetas superficiales. Chicas pesadas emerge como un magnífico retrato del viaje del héroe, un arquetipo ancestral que ha sido un elemento fundamental en innumerables relatos mitológicos a lo largo de la historia.
La genialidad del guion de Tina Fey se adhiere a la superestructura crítica conocida como el "monomito", tal como la describe el teórico Joseph Campbell: "Un héroe [Cady Heron] se aventura desde el mundo cotidiano a una región de maravillas sobrenaturales ["Mundo de las chicas"]: allí se encuentran fuerzas fabulosas ["Las Plásticas”] y se obtiene una victoria decisiva [la ruptura de Regina George y Aaron Samuel]: el héroe regresa de esta misteriosa aventura con el poder de otorgar bendiciones [popularidad] a sus semejantes [Gretchen Weiners y Karen Smith].
Cady Heron, interpretada por Lindsay Lohan, ve este nuevo mundo como místico y poseedor de leyes naturales separadas. "Almorzar con Las Plásticas", dice en voz alta, "fue como dejar el mundo real y entrar en el 'Mundo de las Chicas'. Y el 'Mundo de las Chicas' tenía muchas reglas". De esta forma, Chicas pesadas impone una estructura mitológica a las preocupaciones mundanas de su heroína. El mito particular en el que Chicas pesadas se inspira no está tan bien telegrafiado, aunque Fey arroja algunas pistas.
Entre risas y mitos: 'Chicas pesadas' y su conexión sorprendente con la mitología bantú
Cady acaba de regresar de su propia serie de aventuras en África, donde sus padres trabajaban como zoólogos investigadores. Es esta “región de maravillas sobrenaturales” previa la que ofrece la base para la lectura mitológica de la película. Si bien la noción del continente africano como un lugar mágico es un tropo anticuado y bastante ofensivo, la película establece firmemente esta impresión entre los estudiantes de North Shore High School. Para ellos, África es un lugar monolítico del que no saben casi nada.
El origen étnico de Cady Heron se insinúa sutilmente a lo largo de la película, a través de detalles como su conocimiento de idiomas africanos, como el afrikáans y el suajili. Además, se hace referencia a las tribus Ndebele de Zimbabwe, Botswana y Sudáfrica, sugiriendo su conexión con la cultura africana. El folclore bantú también se entrelaza en la narrativa, manifestándose en las visiones de Cady, donde imagina a sus compañeros transformados en animales antropomorfizados, reflejando elementos del zoomorfismo característico de las tradiciones religiosas bantúes.
El apellido de Cady, "Heron", se asemeja en el contexto bantú a "liebre", y puede vincularse a cuentos populares bantúes, como la fábula "¡Ozibane! ¡Zibane! ¡Zibane!" que narra la historia de "Señorita liebre" y su interacción con niñas que le ofrecen cuentas para vestirla de manera civilizada. Esta conexión entre Chicas pesadas y la fábula bantú sugiere que la película tiene raíces en la rica tradición de la mitología africana.
En este sentido, la película -que también contó con las actuaciones de Rachel McAdams y Amanda Seyfried- no sólo divierte y entretiene, sino que también ofrece una perspectiva profunda y fascinante sobre los desafíos y la evolución personal que enfrenta la protagonista. La película trasciende las expectativas de la comedia adolescente, consolidándose como un ejemplo notable de cómo las historias aparentemente simples pueden contener capas de significado y complejidad narrativa.