Gladiador, dirigida por Ridley Scott, se centra en un comandante victorioso del antiguo ejército convertido en esclavo y posteriormente en gladiador. La película profundiza en la violencia brutal y traicionera que definió al Imperio Romano. Una de las mejores partes de esta imponente superproducción histórica son las secuencias de combate en el Coliseo, el enorme edificio donde los antiguos romanos se entregaban a un espectáculo sádico de tortura y muerte por diversión.
A través de intrincadas acrobacias y coreografías de lucha, la película escrita por John Logan y William Nicholson ofrece una visión fascinante de un mundo antiguo impulsado por instintos primarios. En este sentido, el papel principal de Maximus, interpretado por Russell Crowe, requirió una cantidad considerable de atletismo y fuerza para retratar la hábil facilidad con la que derrota a sus enemigos. Maximus soporta varias batallas a lo largo de la película que van desde el combate cuerpo a cuerpo hasta el manejo de espadas y esquivando carros.
Las escenas de lucha fueron un trabajo largo y duro que exigió que Russell Crowe estuviera en la cima de su juego. El también actor de Una mente brillante y Cinderella Man recuerda haberle dicho a su madre durante el rodaje: "De hecho, me siento como un jugador de fútbol que ha jugado demasiadas temporadas". Según la entrevista con Variety, filmar estas secuencias físicas tan intensas era a menudo "tan peligroso como la realidad", especialmente la que tenía múltiples tigres reales.
El poder del Coliseo: Russell Crowe y los tigres reales en 'Gladiador'
En una escena cargada de adrenalina, el cobarde Emperador Cómodo (Joaquin Phoenix) ha hecho todo lo posible para derrotar a Maximus, quien ha estado ganando todas las peleas de gladiadores hasta ahora. Uno de sus trucos es agregar varios tigres a la batalla que salen de debajo de las trampillas en el suelo. El trabajo de cámara del director de fotografía John Mathieson (Robin Hood y Logan) aumenta el suspenso de que Maximus quede atrapado con estos depredadores de tres metros y medio. Empleando cámaras portátiles y una alta velocidad de fotogramas, la secuencia sumerge al público directamente en el corazón de la acción.
Estos elegantes felinos pero mortales no eran CGI (aunque había una prótesis de tigre que saltó sobre Maximus) y Russell Crowe realmente se acercó terriblemente a ellos, lo que el también director de Blade Runner y Napoleón recuerda en su entrevista con Variety: "Tienes dos tipos atados a una cadena con un anillo en el suelo para controlar al tigre. Pero de cualquier modo, filmar la escena implicaba un gran riesgo".
Trabajar con animales, especialmente animales tan letales como los tigres, siempre supone un riesgo debido a sus reacciones impredecibles e instintos salvajes. Un movimiento en falso y Crowe podría haber resultado gravemente herido o muerto. Al tener a estas criaturas tan cerca del actor principal en una escena de lucha tan elaborada, Gladiador crea una experiencia visual extremadamente visceral y emocionante. En cierto modo, estos peligros detrás de escena evocan las vidas de los gladiadores donde la línea entre la vida y la muerte era muy delgada.