El género del terror ha sido un pilar fundamental en la historia del cine, desafiando a las audiencias a adentrarse en las profundidades del miedo y la tensión. Desde la magistral Psicosis de Alfred Hitchcock hasta la aterradora El exorcista de William Friedkin, pasando por la inquietante El bebé de Rosemary de Roman Polanski y el desconcertante Halloween de John Carpenter, el género ha evolucionado y sorprendido con narrativas inmersivas y atmósferas escalofriantes.
Entre todas estas fascinantes películas, destaca una que ha resistido el paso del tiempo como la película más aterradora jamás creada: El resplandor de Stanley Kubrick. Esta joya, además de su capacidad para inquietar y aterrar a las audiencias, destaca por la maestría de Kubrick en la construcción de atmósferas perturbadoras y el hábil uso del simbolismo, elevando la narrativa a un nivel donde el horror no se limita a lo visual, sino que penetra en la psique del espectador.
La historia escalofriante de la familia Torrance (interpretada por Jack Nicholson, Shelley Duvall y Danny Lloyd) enfrentándose a los horrores del Hotel Overlook se ha convertido en un referente inigualable que continúa inspirando nuevas producciones. En este contexto, Aguas siniestras, la primera gran apuesta de terror para este 2024, se nutre de la magia aterradora de El resplandor para tejer su propia historia escalofriante.
'Aguas siniestras': Un viaje al horror inspirado por la atmósfera inigualable de 'El resplandor'
Dirigida por Bryce McGuire, Aguas siniestras trata sobre una familia que busca un nuevo comienzo después de que su padre, Ray Waller (Wyatt Russell), un exjugador de béisbol de las grandes ligas, se ve obligado a retirarse debido a una lesión. Ray convence a su esposa (Kerry Condon) de que la mudanza será buena para su familia y espera utilizar la piscina para fisioterapia, pero un espíritu malévolo acecha en las profundidades y no descansará hasta sumergirlos.
En entrevista para Collider, Russell destaca cómo la atmósfera siniestra y sobrenatural que envuelve la piscina en Aguas siniestras emerge como un poderoso eco de la intrínseca carga psicológica que los espacios pueden imponer sobre los personajes, evocando de manera vívida las inquietantes sensaciones experimentadas en el Hotel Overlook de El resplandor. "No soy un gran admirador de las películas slasher que simplemente cortan. Pero cuando son como El resplandor, son geniales porque hay una crisis existencial en algún lugar", señala el también actor de Falcon y el soldado de invierno y La mujer en la ventana.
James Wan y Jason Blum, productores de Aguas siniestras, entienden muy bien que en ambas narrativas, los lugares no son simples escenarios, sino entidades que respiran, retienen recuerdos y desatan presencias sobrenaturales que se manifiestan de maneras misteriosas. La piscina, como en el caso del Hotel Overlook, se convierte en un símbolo palpable de las tensiones ocultas, una dimensión donde lo cotidiano se transforma en lo insólito y lo apacible se mezcla con lo perturbador.