En el género de la ciencia ficción hay mucho de dónde escoger, desde los clásicos como Terminator, 2001: Odisea del espacio y Volver al futuro, hasta lo más nuevo como Rebel Moon (Parte 1): La niña de fuego, 65: Al borde de la extinción y Muerte infinita que llegaron en 2023. Si bien algunas han logrado la gloria y se han convertido en franquicias exitosas, otras más se han visto sumidas en el caos y han pasado a la historia como completos desperdicios de dinero.
En estos casos, saber cuándo parar es exactamente uno de los dilemas más grandes al que se enfrentan las grandes sagas cinematográficas. Con renovaciones año con año, la razón de existencia de las franquicias debería ser explorar cada vez más su propio universo, ya sea a través de secuelas, spin-offs o reinicios. Aunque esto sería lo ideal, a veces, las historias son tan enredadas y carecen de justificación que terminan aburriendo y confundiendo a los espectadores, además de alejar a sus fanáticos.
Este es el caso de la famosa y extensa franquicia de ciencia ficción que tuvo sus inicios con una serie original en 1966 que poco a poco fue sembrando todo un imperio que sigue vivo incluso cinco décadas después de su debut. A la fecha, esta saga ha acogido por todo tipo de público, y al igual que los admiradores de otras franquicias, los fans han adoptado sus propios nombres para denominarse como parte de este fenómeno de culto de más de 50 años.
Aunque actualmente es posible seguir la famosa historia del equipo del USS Enterprise en series spin-off de Star Trek, la última trilogía de películas iniciadas por el director J.J. Abrams acabó decepcionando a los conocedores. Star Trek tuvo su primer lanzamiento en 2009, protagonizada por Zachary Quinto y Chris Pine. Cuatro años después, se estrenó Star Trek: En la oscuridad con J.J. Abrams nuevamente al mando. El siguiente (y último) capítulo llegó en 2016 con Star Trek: Sin límites, que no agradó a los fans.
A pesar de su éxito, la tercera parte no cumplió con las expectativas económicas de su anterior película, a pesar de que contó con un presupuesto similar a los 185 millones. Mientras Star Trek: En la oscuridad recaudó unos 467 millones de dólares, Star Trek: Sin límites alcanzó los 343 millones. Esto demostró que el interés decaído por la franquicia, siendo evidente que era necesario darle un nuevo enfoque al concepto de Star Trek.
¿Qué pasó con la cuarta entrega? Los resultados económicos de Star Trek: Sin límites acabaron impactando los planes de Paramount que antes de la segunda película, ya había anunciado un cuarto capítulo. Además de su desempeño en taquillas, la agenda de los actores también fue un obstáculo para que la producción continuara con su historia. Si quieres ver la tercera entrega de Star Trek: Sin límites, puedes disfrutarla hoy por Paramount+.