Una década después de que el largometraje El viento se levanta se anunciara como su último proyecto, el maestro de la animación Hayao Miyazaki vuelve a salir de su retiro para presentar El Niño y la Garza. Esta cinta animada, la cual se convirtió en un gran éxito en Japón y Estados Unidos, ha cautivado a la crítica y la audiencia al convertirse en la obra más personal del autor hasta la fecha.
Aunque el legendario director de títulos como El Castillo Vagabundo o El Viaje de Chihiro no concedió ninguna entrevista para la promoción de producción; Toshio Suzuki, veterano productor y co-fundador del famoso Studio Ghibli, fue el encargado de hablar con Sensacine LATAM sobre esta anticipada entrega de la cual fue parte durante los 7 años en lo que se tardó en ser desarrollada.
“Siempre nos hemos esforzado por crear obras que resalten la individualidad del autor”
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De acuerdo con Suzuki, centrar el proyecto en un hombre joven terminó siendo porque gran parte inspiración venia de la propia infancia de Miyazaki, quien parece no haber tenido problema con plasmar su propia narrativa en un proyecto como este: “Como resultado, podemos decir que la visión del mundo de Ghibli está establecida, pero todo se debe a la forma de pensar y experimentar de los directores. Por lo tanto, aunque este trabajo sea de lo más personal, no existen molestias”, añadió.
Si bien Miyazaki fue plasmado en Mahito, el niño de 12 años que es protagonista de esta historia, también se ve presentada la relación del director con dos de sus amigos y colegas más cercanos: el fallecido cofundador y director Isao Takaha y Suzuki. Este último siendo representado por la propia Garza azul, quien termina siendo una gran guía para el joven durante su travesía.
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“Después que Miyazaki conociera al pájaro de la obra de Paul Grimaud, ‘El rey y el pájaro’, quedó bastante sorprendido. Al desarrollar a la Garza, terminó proyectando esa idea con mi propia imagen y terminó convirtiéndose en este personaje con el que puedo relacionarme mucho”, explicando el origen del personaje doblado por Alfonso Herrera y Robert Pattinson.
Recordemos que los fundadores del famoso estudio de animación se conocieron a finales de 1970, cuando Miyazaki se encontraba desarrollando su primer largometraje Lupin III: El Castillo de Cagliostro y Suzuki trabajaba como un periodista que buscaba entrevistarlo.
Al igual que los protagonistas de su obra, ambos realizadores tuvieron un encuentro bastante inusual, el cual Suzuki recuerda de manera divertida: “Cuando aún trabajaba como reportero, me negaron rotundamente mi primera entrevista telefónica. Después de eso, gradualmente me permitieron estar en el estudio, y me sentaba al lado del director todos los días sin hablar, pero un día de repente pregunté: ‘¿Qué piensas en esto?’ Empezó a hablar conmigo y a consultarme, una relación continúa hasta el día de hoy.”
