A medida que avanza la temporada navideña, las familias suelen reunirse para disfrutar de experiencias compartidas, incluida la visualización de películas. La semana que abarca desde Navidad hasta Año Nuevo es la época ideal para revisitar clásicos como Mi pobre angelito, El Grinch y El regalo prometido, pero también para hacer un recuento de lo mejor del año (Barbie y Bottoms en streaming, o bien Godzilla Minus One y El niño y la garza en las salas de cine).
Este año, la decisión de una mujer de ver Saltburn, la controvertida mezcla de thriller y comedia de la cineasta Emerald Fennell, en compañía de su familia desencadenó un episodio inesperadamente incómodo. Este acontecimiento suscitó reacciones adversas y dio pie a debates sobre la adecuación de ciertas películas para ser compartidas en el ámbito familiar.
Protagonizada por Barry Keoghan, Jacob Elordi y Rosamund Pike, Saltburn es un drama psicológico que ha ganado reconocimiento por su contenido explícito, que incluye desnudez gráfica, violencia y consumo de drogas. La película sigue la historia de un estudiante que queda intrigado por un compañero de clase adinerado y es invitado a pasar el verano en la finca de su excéntrica familia. La trama da un giro inquietante cuando el protagonista, Oliver Quick, planea una serie de muertes trágicas, dejándolo como el único heredero de la propiedad.
'Saltburn': Cuando una película rompe la armonía familiar en Navidad
Dicha mujer, en su intento de compartir la experiencia cinematográfica de Saltburn con su familia durante la Navidad, se enfrentó a una reacción inesperada. La reacción de su familia fue tan adversa que le pidieron que se fuera y saliera a caminar, e incluso su propia madre la etiquetó como "imbécil" a través de un mensaje de texto. Esta terrible experiencia fue compartida por la mujer en Twitter, y su tweet incluía una captura de pantalla del mensaje de texto de su madre y su entusiasmo inicial por ver la película con su familia.
Las reacciones en Twitter variaron ampliamente: algunos usuarios sugirieron castigos humorísticos por su mala elección de película, mientras que otros empatizaron compartiendo sus propias experiencias incómodas con Saltburn. Esta publicación no solo llamó la atención, sino que provocó una conversación más amplia sobre la idoneidad de ciertas películas para verlas en familia, especialmente durante las vacaciones navideñas.
Este incidente subraya la importancia de reconocer que no todas las películas son adecuadas para todos los públicos. Pone de manifiesto la imperativa necesidad de ejercer discreción y consideración al seleccionar películas destinadas a experiencias compartidas, sobre todo durante las reuniones familiares que suelen caracterizar la temporada festiva.