El Grinch es un título imperdible en el maratón navideño y parte de la magia se debe a la increíble interpretación de Jim Carrey, quien tuvo que pasar largas horas en el departamento de maquillaje para dar vida a la famosa criatura verde que odia la Navidad. El personaje del Dr. Deuss se ha vuelto ícono de la cultura pop, pero no podría hacer sus maldades sin su adorable compañero, Max, un perrito que se ha robado nuestro corazón.
El cine y la televisión le han dado la bienvenida a tiernos y peludos actores que se han ganado el cariño del público. Muchas veces, estos animalitos han sido educados para poder actuar en pantalla, sin embargo, esto no siempre ocurre así. De hecho, en la película de Ron Howard utilizaron perritos rescatados para dar vida al travieso Max.
En el film de los 2000, se explica que este perrito fue un regalo que nadie quiso, haciendo referencia a que es un perrito abandonado, lo cual, fuera de cámaras fue real. La producción encontró en un refugio de animales a una perrita mestiza y decidieron darle una segunda oportunidad, demostrando que cualquier amigo peludo podía ser un buen actor.
Bajo el nombre de Kelly, la perrita fue adiestrada durante tres meses para que pudiera salir a cuadro y el resultado fue todo un éxito, ganándose el cariño de todo el crew. Pero, no fue la única involucrada en el proyecto, de hecho, el equipo de producción rescató a otros cinco perritos: Chip Topsy, Stella, Zelda y Bo, precisó Humane Hollywood, quienes también tuvieron su momento frente a cámara.
Después de gozar sus minutos de fama, los cachorros fueron adoptados por otras familias teniendo así una segunda oportunidad. Un gesto adorable por parte de la producción, la cual recaudó alrededor de 345 millones de dólares en todo el mundo y que ahora podrás ver desde Netflix.