Johnny Depp fue, probablemente, el nombre más buscado en redes sociales en 2022. El divorcio del actor de Charlie y la fábrica de chocolate se convirtió en el evento más mediático del año, con revelaciones sorprendentes en torno a Depp y su exesposa, Amber Heard. El hecho quedó en un par de series documentales como Depp v. Heard y Johnny vs Amber, que se encuentran en Netflix y HBO Max, respectivamente.
La información que se dio a conocer en medios de comunicación, así como en redes sociales, fue estremecedora. Para el veredicto, se recabaron toda clase de testimonios y datos, provenientes de muchas fuentes, incluso si tuvieron lugar hace varias décadas. Una de ellas incluyó el tiempo de Depp en la franquicia de Piratas del Caribe y de cómo, los productores de la película basada en la atracción del parque temático, no querían al protagonista de Alicia en el País de las Maravillas.
El hecho de que la aventura pirata fuera un éxito tan gigantesco que se convirtió en una saga de miles de millones de dólares se debe, entre otras cosas, a la presencia de Depp. Con su inclinación por sus exaltadas actuaciones, el actor fue la elección perfecta para el excéntrico Jack Sparrow. Sin Depp, muchos difícilmente podrían imaginar la serie de Piratas del Caribe, que hasta ahora, lleva cinco películas estrenadas y una sexta en producción.
Sin embargo, los estudios Disney no estaban tan convencidos desde el principio de que la estrella de Joven manos de tijera fuera el actor adecuado. Al contrario, según Johnny Depp, estuvo incluso a punto de ser despedido. ¿La razón? Porque los directores del estudio inicialmente no pudieron hacer nada con su actuación exagerada. Durante su investigación para el papel, Depp descubrió que los piratas eran esencialmente las estrellas de rock de su época. Así que se inspiró para su actuación en su estrella de rock favorita: Keith Richards de los Rolling Stones.
Claramente, Depp no cumplió con lo que Disney esperaba y por esta razón, un día recibió una llamada telefónica de un ejecutivo del estudio quien estaba indignado. "Sí, me querían despedir", dijo el actor. "Me dijeron que (el ex CEO de Disney), Michael Eisner estaba molesto porque 'está arruinando la película'. Él preguntó: '¿Está borracho? ¿Él es gay?' Así que esperaba que me despidieran”, relató Depp en una entrevista para E! News. A pesar de todas las reservas, Depp jugó un papel clave para que la primera parte de Piratas del Caribe se convirtiera en la cuarta película más taquillera de 2003, sólo superada por Matrix Recargado, Buscando a Nemo y El Señor de los Anillos: El retorno del rey.