El cine de terror sigue evolucionando y a pesar de que en la actualidad existe una gran variedad de propuestas, hay películas que han permanecido en la memoria colectiva por provocar desmayos, vómitos y mucha incomodidad. Es muy común que esto ocurra con títulos gore como Hostel o Terrifier, incluso con propuestas horror body como Titane, sin embargo, hay un film que perturbó al público por su escalofriante historia.
La película llegó a cines un 26 de diciembre de 1973 con salas llenas. De hecho, hay un vídeo en el que se muestran las enormes filas para entrar a la función, pero lo que nadie sabía es que estaban a punto de vivir una verdadera pesadilla. El público comenzó a experimentar mareos, vómitos, desmayos y hasta escalofríos: "No vuelvo a entrar nunca ahí", dice una mujer que aparece en el vídeo. "Me quiero ir a casa", dice otra. "Perturbó mi mente", afirma alguien más.
Algunas personas ni siquiera pudieron continuar viendo la película, mientras que otras aseguraban sentirse enfermas durante la proyección. El efecto de horror colectivo hizo que en países como Reino Unido censuraran el largometraje por más de una década. Con el tiempo, se volvió una obra maestra del horror y un gran referente para futuras producciones, sin embargo, solo muy pocas han logrado igualar ese nivel de paranoia.
Protagonizada por Linda Blair, Ellen Burstyn, Jason Miller y Max von Sydow, El exorcista perturbó al público con sus increíbles efectos especiales, los cuales resultaron bastante innovadores para la época. El terror que se vivió dentro del set con accidentes, muertes y sucesos inexplicables, hicieron que la película tuviera fama de estar maldita, lo que solo incrementó el pánico entre el público, quienes habían experimentado a través de la pantalla el exorcismo de una pequeña e inocente niña.
Las actuaciones, la música y el magistral uso del horror han hecho que el film siga siendo uno de los más relevantes del género, seguramente para las generaciones actuales no sea tan perturbadora como si lo fue en su estreno. La obra de William Friedkin ha servido de inspiración para otros títulos de exorcismos y pese a que recién tuvo su secuela, El Exorcista: Creyentes, esta fue bastante decepcionante para el público.