Algunas de las películas más largas de la historia con frecuencia se convierten en todo un mito. Aunque apenas rebasen tres horas y media, como lo hizo The Irishman de Martin Scorsese o la trilogía de El Padrino de Francis Ford Coppola, algunos espectadores consideran que las cintas son de una duración muy larga y por ende aburridas, pero la verdad es que los cortes que los directores planean, muchas veces son aún más extensos.
Quizás la prueba más reciente de ello es Ridley Scott con Napoleón, que cortó gran parte de su historia para la versión que se proyectó en cines, pero prometió lanzar la edición que planeó originalmente parra su llegada a streaming. Sin embargo, las obras de aquellos directores distan de figurar como las películas más largas de la historia, y la prueba está en La cura para el insomnio, la película de 1987 que una persona no podría terminar de ver ni en un día entero sin descansos.
Sin embargo, tampoco podemos olvidar una de las cintas más controversiales del cine en la década de los 90: Hasta el fin del mundo. Dirigida por el aclamado cineasta alemán Wim Wenders, este largometraje de drama y ciencia ficción nos mostró la alocada idea del director que se contextualizaba durante pleno cambio del milenio y planteaba preguntarle a las audiencias: ¿y si el gobierno desarrollara una máquina para ver los sueños de los demás?
Este filme del también realizador de París, Texas se estrenó en 1991 pero llegó con dos cortes distintos; uno de 158 minutos para las salas de Estados Unidos, y uno de 179 minutos para los cines de Europa. Desafortunadamente, ninguna de las dos versiones tuvo éxito entre el público, por lo que Wenders y el editor Peter Przygodda volvieron a editarla con la intención de conseguir un corte que fuera más apegado a la versión inicial de su director.
The Criterion Collection
Fue así que Hasta el fin del mundo, protagonizada por William Hurt, Solveig Dommartin, Sam Neill y Max von Sydow terminó con un corte del director de 287 minutos, que equivale a casi cinco horas, pero ahí no concluyó el mito alrededor de la cinta, pues también surgieron otros montajes que dieron como resultado una versión que simulaba tres películas, además del lanzamiento en Japón de un laserdisc con una edición de 140 minutos.
El proyecto cobró claridad tiempo después cuando la Wim Wenders Foundation restauró la película en 4K, la versión de 287 minutos, que fue la misma que comenzó a comercializarse como la película más larga de ciencia ficción en formato físico a través del catálogo de cintas de The Criterion Collection; mismo que también incluye otras obras del cineasta como Kings of the Road, Wings of Desire y Wrong Move.
