Una de las películas más esperadas de la segunda mitad del año, además de Dejar el mundo atrás y Aquaman y el reino perdido, es Wonka. La precuela de la cinta de 1971, Willy Wonka y la fábrica de chocolate, presentó a un joven chocolatero interpretado por Timothée Chalamet, en su camino por convertirse en el mejor en su ramo. Junto a Chalamet, Wonka es una aventura repleta de grandes estrellas como Olivia Colman, Hugh Grant y Rowan Atkinson.
Con el reciente estreno de Wonka, muchos espectadores voltearon a ver otra película del mismo personaje: Charlie y la fábrica de chocolate. Dirigida por Tim Burton en 2005, la cinta vio a Johnny Depp convertirse en el excéntrico Willy Wonka mientras buscaba un heredero que se hiciera cargo de su compañía. Con el inigualable estilo del director de El extraño mundo de Jack, la versión de Burton fascinó a chicos y grandes, haciéndola una de las películas más taquilleras del año.
Al igual que Wonka, Charlie y la fábrica de chocolate contó con grandes actores entre sus filas, como Helena Bonham Carter y un joven Freddie Highmore, sin embargo, pocos se dieron cuenta de la presencia de una gran estrella legendaria. Entre las grandes películas de este actor, se encuentra la trilogía de El señor de los anillos de Peter Jackson, donde tuvo un papel sumamente importante, aunque en el lado de los seguidores del malvado Sauron.
Por si no te diste cuenta, el gran Christopher Lee tuvo un papel muy importante en Charlie y la fábrica de chocolate. El británico interpretó al Dr. Wilbur Wonka, padre de Willy, un reconocido dentista que le prohibió a su hijo comer cualquier clase de dulces y durante su infancia, lo hizo usar un aparato dental que no le permitía ingerir ninguna clase de golosinas y chocolates. Para muchos espectadores, el Dr. Wonka es una de las razones por las que su hijo se convierte en el mejor creador de dulces del mundo, debido a que si Charlie no hubiese desobedecido las reglas de su padre, él jamás habría encontrado su pasión desde pequeño.
En una de las escenas finales de la película, se puede ver a Willy, con la compañía de Charlie, regresar al hogar de su padre luego de décadas de no verlo. El personaje de Lee continúa trabajando como dentista, así que comienza a revisar la dentadura de Willy sin saber que se trata de su hijo. Al contrario de lo que Willy pensaba, su padre estaba muy orgulloso de él y guardaba toda clase de noticias sobre el éxito de su hijo. Tras echarle un ojo a sus dientes, el Dr. Wilbur descubre que el paciente que está sentado frente a él es su hijo Willy. Ambos se reconcilian, se abrazan, y Willy hace las paces con su padre.